La Corte Suprema confirmó la pena de cárcel de 2 años para los productores Hernan Schlender y Alfredo Lauro Launstenlangger por la muerte del niño Silvino Talavera (11), ocurrida el 7 de enero de 2003, como consecuencia de la permanente exposición a los agrotóxicos utilizados por dichos colonos en sus plantaciones de soja, en Pirapey, Edelira, Departamento de Itapúa.
El hecho sienta un precedente relevante por constituir el primer caso por el que se produce un fallo judicial inapelable derivado del uso –considerado irresponsable– de plaguicidas y químicos tóxicos en los cultivos del país.
La sentencia había sido emitida tiempo atrás por los tribunales penales, pero apelada por los defensores de los colonos hasta llegar a la máxima instancia judicial que firmó la ratificación por medio del acuerdo y sentencia 1.437. Schlender tuvo condena por homicidio culposo y Launstenlangger por producción de riesgos comunes en torno a la muerte de Silvino Talavera.
El ingeniero agrónomo Ulises Lovera, de Alter Vida, manifestó que la condena “demuestra que el uso irresponsable de plaguicidas tiene consecuencias fatales; por lo que se hace necesaria la sanción del proyecto de ley de plaguicidas, fertilizantes enmiendas y afines, que hace más de año y medio está en la Cámara de Diputados”.
Ayer fue recordado el Día Mundial del No Uso de Plaguicidas. Numerosas organizaciones ambientalistas recordaron la fecha exigiendo que el Parlamento produzca la ley pertinente.