En una polémica sesión de la Junta Municipal de Luque, el concejal de Luque Diego Romero recuperó su banca, luego de que fuera suspendido este martes al tratar de “capataz de la mafia y del crimen organizado” al presidente de la Junta Municipal de Luque, Rómulo Pérez (PLRA).
El edil se encontraba avalado por un documento expedido este miércoles por el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) que resuelve hacer lugar a una medida cautelar distinta a la solicitada, que ordenaba la suspensión de efectos de la resolución J.M. 267/2022 y la prohibición de innovar respecto al ejercicio del cargo de concejal municipal de Luque y la convocatoria o juramento del suplente.
Romero llegó hasta la sala de la Junta, la cual se encontraba custodiada por agentes de la Policía Nacional y una vez corroborado la veracidad del mismo, se lo dejó pasar.
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El concejal colorado fue hasta su lugar y pidió al concejal suplente Diego Candia que devolviera el asiento al titular. El concejal suplente había jurado apenas unos minutos, informó la periodista de Última Hora Cecilia Colinas.
La suspensión de Romero se dio tras las críticas que hizo a sus colegas por un supuesto arreglo para licitaciones y que tendría como implicados a integrantes del equipo político de Rubén González Chaves, hijo de Ramón González Daher, condenado por enriquecimiento ilícito, lavado de dinero y denuncia falsa.
Diego Romero exigió ocupar su lugar en la sesión, lo que derivó en una serie de incidentes. “Yo vine a decir una posición política y me está cercenando el derecho a la defensa. El reglamento me ampara. Cómo un concejal que ingresó con 7.000 votos es echado por faltar el respeto, es algo referente a la educación y estoy mejorando”, dijo.
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El concejal suspendido cuestionó que a él lo suspendan mientras se permite que Rubén González Chaves siga ejerciendo su cargo, a pesar de que está condenado por corrupción.
En noviembre pasado, Diego Romero debía tomar el juramento a los nuevos ediles electos, pero decidió levantar la sesión, en medio de incidentes, para evitar el juramento de Óscar Rubén González Chaves, debido a que no contaba con información de si su condena se encuentra firme o no. Finalmente, con ayuda de los liberales, se consiguió que otro edil tome el juramento en reemplazo a González Chaves.