Victor Sostoa
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Se enfrentaron dos clubes con planteles ricos en experiencia y jerarquía y además dos entrenadores que tienen vasto conocimiento de los jugadores, porque apenas el año pasado los dos estuvieron dirigiendo a dichos planteles.
Jubero a Libertad y Álvarez a Cerro, con el agregado de que ambos fueron campeones.
Todo eso se reflejó en el planteamiento táctico. Los equipos arrancaron con un doble seis muy marcado.
Jubero sabía que podía perder por el extremo donde marca Arzamendia y optó por Óscar Ruiz de entrada para equilibrar el poderío que suele tener Libertad por ese carril con Alan Benítez y Antonio Bareiro.
Eso obligó a los protagonistas a llevar el juego por otro lado y el partido se desarrolló mucho con jugadas internas y se tornó muy trabado.
Ambicioso. Cerro en el complemento salió decidido a ganar. Adelantó líneas, presionó alto y con la presencia de Novick ganó en precisión, fue más claro.
Parecía que estaba más cerca del primer gol, pero la pelota parada en este tipo de partidos suele hacer la diferencia y Libertad sacó provecho de eso.
Antolín Alcaraz marcó el primero de cabeza, tras un tiro de esquina. El Ciclón buscó afanosamnete al menos el empate, lo hizo más con ímpetu que buen fútbol.
Churín estrelló un cabezazo por el caño izquierdo de Muñoz y del rebote el Conejo Benítez disparó contra el cuerpo del golero Muñoz.
Fue la más clara, entre varias acciones con sensación de peligro. Sin hacer el gasto en el partido, Libertad se llevó los tres puntos, gracias a una sólida defensa y la eficacia para sacar provecho de la jugada de la táctica fija.
La figura
Antolín Alcaraz
El mundialista anuló a Diego Churín, sacó muchas pelotas y en su única intervención ofensiva tuvo la virtud para convertir el único gol del partido, de cabeza.
La cifra
2 veces le ganó Libertad en La Nueva Olla a Cerro Porteño este año (2-0 en el Apertura y 1-0 en este Clausura).