13 ago. 2025

Comunidad aché pide un plan de pago para no quedarse sin luz

25077193

Crisis. Los aché acusan falta de empleo desde la pandemia.

gentileza

Miembros de la comunidad indígena aché de Puerto Barra se encuentran en zozobra ante el inminente corte de suministro de energía eléctrica por parte de la Administración Nacional de Electricidad (Ande) por una mora que arrastran desde hace unos años.

El líder Gerónimo Tatugui refirió que la comunidad no está bien económicamente y para pagar la deuda necesitan garantías del Estado que les permitan seguir trabajando.

Los indígenas aché residen en una propiedad de 821 hectáreas de tierras ubicada entre los ríos Ñacunday e Yñaro de Naranjal. El inmueble fue donado por Rold Fostervold, que logró reunir a un grupo de 29 personas, cuyas comunidades fueron víctimas de genocidio en 1970. Casi todos los ancianos ya partieron, ahora sobreviven allí los hijos y nietos que suman 400 habitantes y un total de 74 familias.

“Tenemos una deuda que arrastramos de hace algunos años; vino la sequía, la pandemia, tenemos ancianos enfermos y niños, que son gastos imprevistos. Fuimos a la oficina y nos amenazó con venir con policías para cortar la luz. Nosotros no queremos eso, queremos pagar, pero no tenemos plata”, relató el líder.

De un total adeudado, la comunidad ya había abonado G. 50 millones y ahora deberán entregar otros G. 22 millones, pero primero buscarán hablar con el presidente de la ANDE, para pedirle un plan de pago que no contemple los intereses por mora.

Hace unos días, ya se realizaron dos cortes de suministro eléctrico, pero luego de un pago parcial se reconectó.

Solo por mora la comunidad tiene un recargo de casi G. 33 millones y además deberán seguir pagando en consumo mensual. La ANDE les dio plazo de una semana para entregar parte de lo adeudado. EM

Más contenido de esta sección
En Ñeembucú, tanto la capital departamental como la ciudad de Alberdi serán los puntos donde se emplazarán ambos centros, dentro de un plan nacional del Ministerio de la Niñez y la Adolescencia.
De la esperanza por contar con un puente hormigonado, pasaron a la frustración de ver cómo nunca se termina de construir. Esto es lo que sufren pobladores de cuatro compañías de Caacupé, cuyos reclamos ante el MOPC terminan en aguas de borraja.
Viven en condiciones precarias. La Codeni, junto a otras instituciones, busca paliar la situación llevándoles diferentes servicios. Muchos son locales; otros vienen de Caaguazú.
Se trata de la Operación Paseíto, que ya sancionó unas 200 infracciones, entre ellas a motociclistas paraguayos y argentinos. Los controles se iniciaron el 2 de agosto y no tiene fecha de conclusión.
Esta campaña busca promover la inclusión, el respeto y la comprensión hacia las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA), al tiempo de generar espacios comunitarios de encuentro, aprendizaje y participación.