07 nov. 2024

Cómo fomentar la lectura en los estudiantes

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En la era de la tecnología, fomentar la lectura se volvió un reto, tanto en el hogar como en las escuelas. El acceso constante a dispositivos electrónicos y plataformas de entretenimiento puede desplazar el interés por los libros. Sin embargo, la lectura sigue siendo fundamental para el desarrollo cognitivo, emocional y social de los niños y adolescentes.

Por ello, Última Hora y ueno bank se unieron para poner en marcha el proyecto Formando Lectores, que consiste en la donación de 200 bibliotecas a 200 escuelas. En total, cada institución recibirá 500 libros aprobados por el MEC.

Son los padres y docentes los que deben implementar estrategias creativas y efectivas para despertar y mantener el interés por la lectura. La pedagoga Verónica Abente Pfannl destaca algunas claves importantes que pueden ser aplicadas tanto en el entorno escolar como en el hogar para promover este hábito. Entre estas estrategias se incluyen la creación de un ambiente de lectura atractivo, la selección de materiales literarios adecuados a la edad e intereses de los niños, para hacer de la lectura una experiencia interactiva y divertida.

Estas acciones pueden ser esenciales para formar lectores críticos y apasionados desde temprana edad, quienes, a pesar de vivir en una era digital, pueden valorar y disfrutar del hábito de la lectura.

Hábito. “La manera en que la mamá o el papá leen y narran una historia es clave, ya que es muy distinta de cómo se leería un texto informativo, una noticia, una receta de cocina o cualquier otro tipo de lectura. La entonación especial que se utiliza al contar un cuento o una historia crea una conexión particular entre el adulto y el bebé. Esta voz narrativa le permite al niño, incluso antes de nacer, identificar que está escuchando algo diferente, algo mágico, que lo transporta a otro tipo de experiencia: La del relato”, explica la especialista en educación.

A través de esta práctica, los padres no solo están fomentando el desarrollo del lenguaje, sino también estableciendo un vínculo emocional y preparando el camino para que el niño, desde sus primeros días, perciba la lectura como una actividad placentera.

Para fomentar la lectura, no existe una edad clave. Este proceso puede comenzar en cualquier etapa de la vida de un niño. Según Verónica Abente, gracias a programas como Ñe’ery, muchos niños están descubriendo el inmenso mundo que los libros pueden ofrecer. “A través de estas experiencias, los pequeños acceden a historias, obras de teatro y poesía, lo que enriquece su imaginación y creatividad”, mencionó.

Los libros no solo son una fuente de conocimiento, sino también un canal poderoso para que los niños puedan expresar sus emociones, compartir sus ideas y explorar sus sentimientos. La lectura les brinda herramientas para conectarse con sus propias experiencias y con el mundo que los rodea, permitiéndoles desarrollar habilidades comunicativas y emocionales desde una edad temprana.

Un nuevo mundo. Muchos niños están descubriendo en los libros una nueva manera de comunicarse y expresar lo que sienten. Sin embargo, es fundamental presentarles lecturas adecuadas a su nivel y experiencia. “Si se ofrece a un niño con dificultades para leer un libro demasiado complejo, es probable que se bloquee y pierda el interés, ya que le resultará un desafío abrumador”, explica.

Cuando el contenido de la lectura es apropiado para su edad y trata temas con los que pueden relacionarse, los niños y adolescentes se sienten más conectados. Esta conexión se refuerza cuando las historias reflejan situaciones, emociones y escenarios que ellos también experimentan. “Aunque hay libros hermosos disponibles, no siempre están vinculados al contexto local de los niños, lo que puede hacer que las historias parezcan distantes o irrelevantes para ellos. La clave está en ofrecerles lecturas que no solo sean accesibles, sino también cercanas a sus propias realidades, para que puedan sentirse identificados y motivados”, expresa.

Interés. La especialista explica que es importante escuchar a los niños cuando hablan de lo que les gusta leer o lo que les gustaría explorar. Hacerles preguntas sobre qué temas les interesan es clave para fomentar su curiosidad por la lectura. “Preguntarles qué creen que sería un buen libro o sobre qué tema querrían investigar permite que ellos se sientan parte activa en la elección del material de lectura, lo que incrementa su interés”.

También es esencial transmitirles que, a través de los libros, no solo aprenderán cosas nuevas, sino que también desarrollarán un conocimiento propio y valioso.

Manifiesta que algunos niños tienen fascinación por temas como animales, dinosaurios, autos, deportes o incluso biografías. “Identificar estos intereses ayuda a seleccionar libros que estén alineados con lo que más les apasiona, tanto ahora como en el futuro. Esto es especialmente útil en el aula o en la familia, donde se puede anticipar qué tipo de libros será más efectivo para captar su atención”, subraya.

En cuanto a la tecnología, aunque puede competir con el libro físico, no siempre lo reemplaza completamente. De hecho, la tecnología puede complementarlo, ofreciendo una variedad de formatos digitales o interactivos que también pueden estimular el interés por la lectura. Sin embargo, lo fundamental es conectar el contenido del libro, ya sea físico o digital, con los intereses de los niños y adolescentes, haciendo de la lectura una experiencia personalizada y atractiva.

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Verónica Abente Pfannl, pedagoga.

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