Tamara Celano
Hoy, gran parte de la población paraguaya inicia su incorporación formal al mundo laboral con un nuevo escenario mundial. Es momento de saber si el aislamiento de más de 50 días fue efectivo para generar los hábitos necesarios para sobrellevar la pandemia. Para establecer posibles implicaciones emocionales, el coach ontológico Javier Barbero grafica los distintos escenarios y brinda las herramientas que pueden ayudar a sortear posibles desbalances debido a factores interpretativos. Así como también prácticas que ayuden a afrontar las emociones que se potencien en este proceso.
La adaptación es el camino lógico y deseable. En ese punto Barbero enfatiza que desde su perspectiva es algo complejo que incluye biología y aspectos sociales y culturales. Por un lado, están “los mecanismos de preservación que disparan chorros químicos en la sangre” y, por el otro, “tenemos emociones que generamos a partir de nuestros mapas mentales interpretativos”, señala. En este punto “el reto es cómo gestionamos nuestra manera de mirar la cuarentena inteligente, cómo mapeamos, de manera individual o colectiva, palabras como cuidarnos, responsabilidad o incluso a la palabra inteligente, que más allá de que para las autoridades pueda tener un significado de graduación en los permisos para cada mente puede significar algo particular y muy diferente”. El profesional señala que es donde se vuelve importante “no dar por sentado que las personas vamos a significar igual porque eso lingüísticamente es una trampa”. Entonces un primer desafío colectivo para adaptarse es manejar más o menos el mismo mapa. Otro es gestionar la mirada sin priorizar las necesidades individuales por encima de las del colectivo. “Si yo elijo interpretar que saliendo sin tapabocas un ratito no pongo en riesgo a nadie voy a estar generando excepciones a la regla que aisladas parecen poca cosa pero que en su conjunto crear un contagio de hábitos”, recalca. El tercer punto es no perder de vista que atravesar esta crisis sanitaria y multifactorial es incómodo y que hay precios que se están y se van a tener que seguir pagando.EVITAR ROMANTIZAR Puede que se esté muy tentado a mirar desde espacios románticos el futuro, y si bien eso hace bien al espíritu puede ser una negación del presente y en eso se debe tener cuidado. “Que no neguemos el aquí y ahora. Que no aparezcan pensamientos del tipo, ya está pasando, porque si este razonamiento no va acompañado por hechos verificables puede también ser una trampa”, expresa. VUELTA AL TRABAJO En el ámbito laboral es importante crear espacios de diálogo y dar un mensaje contundente a los colaboradores. “El pensamiento es me importa que sigas produciendo tanto como me importa saber qué sentís y qué pensás de todo esto”, manifiesta. Otro aspecto de responsabilidad empresarial es gestionar con ética la información. “La gente necesita saber hasta dónde sea prudente sobre las decisiones de la empresa”, explica y agrega que “si tenemos mapas mentales con huecos de información los vamos a llenar con especulaciones y fantasías catastróficas o románticas”. Por otro lado, uno como colaborador debe tener en claro que la empresa es también un organismo vivo que hay que cuidar para que siga vivo. “Si no cuidamos su productividad puede enfermar y hasta morir. Y si los sistemas laborales mueren nos quedamos sin trabajo”, recuerda. En cuanto al trabajo a distancia pide prestar contención y paciencia y “un plus de supervisión”. No existe la cultura instalada del trabajo a distancia. “Es más un manotón de ahogado que una estrategia instalada”, señala.EMOCIONES EN DESBORDEBarbero aclara que cuando las manifestaciones de ansiedad u otras emociones resaltadas, no son eventuales y se instalan, es importante pedir ayuda a un sicoterapeuta o a un profesional de la salud. Y recalca que desde el coaching se invita al diálogo y a identificar a las emociones. “La ansiedad es una búsqueda de control. La tristeza un enojo interno. Un grito eventual un pedido de auxilio”, dice. Desde el coaching, agrega, una contribución es que se puede usar el lenguaje para crear acciones que permitan hacerle frente a pedir y ofrecer ayuda, comprometerse en las relaciones cercanas, cuidarse, decirle que sí a hábitos que hagan bien, agradecer, pedir disculpas, asumir que no podemos y buscar soporte.REACCIONES HUMANAS Javier ve al Covid-19 como una crisis transversal, un trauma social. “Si ese es el escenario y lo asumimos y tenemos como posibilidad que en la calle o en un lugar público haya caos lo más importante es hacer consciente cómo elijo responder”, dice. Para graficar este escenario toma referencias desde la biología. Donde “lo vivo se protege y se encierra en sí mismo para defenderse o se abre para crecer y nutrirse”. Así como individuo refiere que a veces será más inteligente aislarse y protegerse. “Cuidar mi integridad. Y eso no me convierte en un egoísta o en una mala persona. Eso es supervivencia pura. Y otras veces puedo abrirme y crear alguna acción resolutiva que vaya del lado de la vida como ayudar”. Deja sentado que “jugar a ser héroes o salvadores y ponernos en riesgo es una idea romántica. Creo que las personas que se cuidan son las que pueden cuidar a otras”, finaliza.
Jugar a ser héroes o salvadores y ponernos en riesgo es una idea romántica. Creo que las personas que se cuidan son las que pueden cuidar a otras.
Si tenemos mapas mentales con huecos de información los vamos a llenar con especulaciones y fantasías catastróficas o románticas.