En vísperas de las fiestas navideñas y en medio de un lluvioso día, esta fue la primera protesta callejera contra esta ley, que también ha sido censurada por la izquierda, los sindicatos y las ONG por considerarla un calco del programa de la extrema derecha de Marine Le Pen.
La protesta es la antesala de una gran marcha prevista para el segundo o tercer fin de semana de enero.
La ley de inmigración, aprobada el pasado martes con el apoyo de la mayoría del macronismo, de la derecha clásica y de la ultraderecha, será también evaluada por los jueces del Constitucional antes de ser sancionada por el presidente Emmanuel Macron, quien aún tiene el derecho a bloquear su promulgación y reenviar el texto a la Asamblea Nacional. Entre los puntos más polémicos de esta norma, figuran la preferencia nacional para las ayudas sociales, el fin del “derecho de suelo” a los nacidos en el país, la posibilidad de retirar la nacionalidad para los binacionales en caso de un crimen grave o la limitaciones en el agrupamiento familiar.
Los principales sindicatos y ONG de Francia han pedido a Macron que no sancione la ley de inmigración, tal y como 150 personalidades francesas, entre las que figuran la premio Nobel de Literatura Annie Ernaux y el legendario futbolista Éric Cantona. EFE