“Los civiles palestinos deben poder regresar a sus hogares tan pronto como las condiciones lo permitan. No se les debe, no se les puede presionar para que abandonen Gaza”, dijo Blinken en una rueda de prensa desde Doha, junto al ministro de Exteriores de Catar, Mohamed bin Abderrahman.
El jefe de la diplomacia estadounidense aseguró que a medida que Israel “pasa a una fase de menor intensidad de su operación militar” en el norte de Gaza, la ONU “puede desempeñar un papel crucial en la evaluación de lo que se debe hacer para permitir” el regreso de los desplazados palestinos. Asimismo, reiteró su rechazo a las recientes declaraciones de dos ministros israelíes sobre la reocupación de Gaza y del “reasentamiento” de los palestinos fuera del enclave, unas palabras que calificó de “irresponsables, incendiarias” y que “solo hacen más difícil asegurar un futuro de una Gaza liderada por los palestinos”.
En ese nuevo futuro de Gaza, según el estadounidense, el grupo islamista Hamás ya no tendría “el control” del enclave ni “los grupos terroristas podrían amenazar la seguridad de Israel”. Blinken celebró el aumento de la entrada de ayuda humanitaria a Gaza tras la apertura del cruce fronterizo de Kerem Shalom, aunque denunció que el ingreso de asistencia “sigue siendo insuficiente”, por lo que abordará este asunto en su parada en Israel.
“Seguimos planteando a Israel la necesidad de hacer todo lo posible para facilitar el suministro de ayuda humana a Gaza, y lo haré nuevamente cuando esté allí a finales de esta semana. También plantearé el imperativo de hacer más para evitar víctimas civiles. Ya se ha matado a demasiados palestinos inocentes”, aseveró Blinken.
Más del 90% de los gazatíes se enfrenta a “una crisis alimentaria aguda”, lo que puede causar “daños irreversibles de por vida”, sobre todo a los niños y a los más vulnerables. EFE