A la primera, el Ministerio de Relaciones Exteriores ya dio por terminadas sus funciones. A la segunda, la reasignaron a la Embajada en Portugal, con sus mismos rubros. La embajadora, Romina Elisabeth Taboada, no pertenece al escalafón diplomático, por lo que no es reintegrada al servicio local y Cancillería solo se limitó a darle las gracias.
Mantener la representación en Suecia implicaba aproximadamente USD 30 mil. Este monto incluye salarios, gasto de representación, alquiler de residencia y de sede. A esto habría que agregar los gastos de operación y mantenimiento de USD 4 mil aproximadamente. El canciller anterior, Antonio Rivas Palacios, había anunciado esta medida como parte de un plan de austeridad para el 2021. Sin embargo, en este caso en particular, el ahorro que representará dejar de tener esta Embajada se reduciría a un ahorro en base a lo que significaba el sueldo de la embajadora: USD 9.199; gastos representación: USD 4.100; plus por destino: USD 1.390; alquiler de residencia: USD 5.600; alquiler de sede: USD 5.262; y gastos de operación y mantenimiento: USD 4.050. La suma de todo esto es 29.601, que orilla los 30 mil dólares, confirmado por el viceministro de Administración y Asuntos Técnicos, Enrique Luis Insfrán. Esta es la única representación diplomática que el Gobierno ha decidido cerrar hasta ahora. A juzgar por los números, el criterio de ahorro no ha sido lo que primó. Suecia no tiene una embajada en Paraguay; la relación diplomática se da por concurrencia desde Argentina.