Los chimpancés muestran un comportamiento y una cultura más diversos en los entornos más variables, según sugiere un estudio difundido este martes por Nature.
La población de chimpancés en el mundo sufre un declive debido a la creciente desaparición de su hábitat, una situación que es hoy mucho peor que hace 60 años, cuando la científica británica Jane Goodall pisó por primera vez Tanzania para estudiar a los chimpancés salvajes.
Varias especies de animales se distancian de miembros contagiados con determinadas enfermedades, entre ellos los chimpancés y las abejas melíferas. Expulsar a los enfermos es una práctica extendida en el mundo animal.
Siete chimpancés que escucharon música de piano marcaron el ritmo con movimientos del cuerpo, con las palmas de las manos y los pies, y los machos fueron más propensos que las hembras a acompañar con sus voces, según un estudio que publicó Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
Los chimpancés reforzaron su memoria "como acto de supervivencia" a lo largo de su evolución y ahora presentan una capacidad retentiva "superior" a la humana, ya que no desarrollaron el lenguaje, según un estudio científico.
Que la actividad humana está acabando con los hábitats de los chimpancés salvajes y mermando su población, era algo sabido. Ahora, un nuevo estudio confirma, además, que el ser humano está alterando drásticamente el comportamiento de estos animales.
Varios investigadores recurrieron a los simios, por considerarlos como los parientes vivos más cercanos, para entender el origen de la generosidad humana, también conocida como prosocialidad. Según el estudio, las raíces de la generosidad humana son profundas.
El tierno momento en que un chimpancé volvió a reencontrase con su cuidador desató la emoción de los internautas. El pequeño animal había sido cuidado por una familia humana al ser rechazado por su madre.