Carlos Aquino
SAN ESTANISLAO
El esfuerzo, la dedicación y el compromiso con la excelencia dieron sus frutos para Fidelino Báez, productor de la comunidad Calle 10.000 de Santa Teresa, distrito de San Estanislao. Este agricultor logró certificar la calidad e inocuidad de 4.250 kilogramos de mamón, una fruta tradicional muy apreciada en el país, tras cumplir exitosamente con los exigentes estándares técnicos necesarios para su comercialización.
Según informaron técnicos regionales, la producción fue envasada en 400 cajas que pasaron rigurosos controles de calidad, lo que garantiza no solo un producto apto para el consumo, sino también competitivo en los mercados más exigentes.
Este logro no solo destaca el trabajo de Báez, sino que representa un paso adelante para toda la cadena frutihortícola de la región. La certificación obtenida sirve como ejemplo para otros pequeños y medianos productores, demostrando que con capacitación, acompañamiento técnico y constancia, es posible alcanzar niveles de producción sostenibles y con proyección comercial tanto a nivel nacional como internacional.
El caso de Fidelino Báez pone en valor el potencial de las comunidades rurales cuando se combinan conocimiento, esfuerzo y visión de futuro, de acuerdo con lo que coincidieron técnicos que acompañaron el proceso de certificación.
La producción de mamón (Carica papaya) en Paraguay es una alternativa productiva rentable, especialmente en regiones cálidas como San Pedro, Cordillera y Central. El cultivo de mamón orgánico, en particular, está ganando terreno en el país en Concepción, mostrando ejemplos de éxito.
Su cultivo es considerado una alternativa rentable para agricultores, permitiéndoles mejorar la diversidad de sus cultivos y la rentabilidad. Una planta de mamón puede generar entre 40 y 60 kg de frutos anualmente, dependiendo de la variedad y el manejo del cultivo.
Los productos de mamón se comercializan en fruterías y supermercados.