Marcadas por la incertidumbre y la volatilidad, las economías de América Latina y el Caribe (ALC) crecerán en 2018 1,5% en promedio, gracias a un repunte de la demanda interna, especialmente del consumo privado, y un leve aumento de la inversión, señaló la Cepal en su último informe anual, que lleva fecha 23 de agosto de 2018.
CRECIMIENTO DEL PIB. El aumento promedio general mantiene una tendencia positiva, si bien muestra signos de ralentización. Como es obvio, existe una gran heterogeneidad entre los distintos países y subrregiones, ya que se espera que América del Sur crezca 1,2% en 2018, mientras que América Central lo haría en 3,4% y el Caribe en 1,7%. En relación a los países, República Dominicana y Panamá liderarán el crecimiento de la región, con aumentos del producto interno bruto (PIB) de 5,4% y 5,2%, respectivamente, seguidos por Paraguay (4,4%), Bolivia (4,3%), Antigua y Barbuda (4,2%) así como Chile y Honduras (ambos con 3,9%). Mi opinión: Queda claro que nuestro país tiene uno de los crecimientos más altos en ALC.
ESCENARIO MUNDIAL. El estudio económico agrega que este crecimiento regional se da en un escenario global complejo, caracterizado por conflictos comerciales entre Estados Unidos, China y otras naciones; riesgos geopolíticos crecientes; una caída en los flujos de capitales hacia los mercados emergentes en los últimos meses y un alza en los niveles de riesgo soberanos; depreciaciones de las monedas locales frente al dólar; y una expansión económica mundial que tiende a perder dinamismo (sic). En mi opinión, este es el párrafo más actualizado y más acertado de este estudio de la Cepal.
RECAUDACIÓN. La recaudación tributaria de América Latina se mantiene estable en 2018 cerca del 17,8% del PIB (frente al 17,9% anotado en 2017), mientras que la inflación promedio se mantiene dentro de lo esperado (6,5% a junio frente al 5,3% en 2017, excluyendo a Venezuela). En tanto, la tasa de desocupación urbana regional ha dejado de crecer y se mantendría en 9,2%, por debajo del 9,3% del año pasado, gracias a una mayor generación de empleo asalariado (1,4% en el primer trimestre de 2018, luego de anotar 0,3% en 2017). En nuestro país, la recaudación tributaria, de acuerdo con la última actualización de Cuentas Nacionales, estaría algo por debajo del 10% del PIB.
CONSOLIDACIÓN FISCAL. Las medidas dirigidas al afianzamiento del déficit primario pasarían de un déficit medio del 0,8% del PIB en 2017 a uno del 0,5% del PIB en 2018. Es de esperar que en Paraguay se mantenga un buen coeficiente al respecto y también el tope máximo de saldos rojos de Hacienda, que por Ley de Responsabilidad Fiscal es -1,5% del PIB.
INTEGRACIÓN REGIONAL. ALC “…sigue creciendo, aunque a menor ritmo de lo proyectado hace unos meses, a pesar de las turbulencias internacionales. Eso es positivo, pero nos insta a redoblar esfuerzos para generar una reactivación, sin caer en ajustes fiscales excesivos. Aquí la integración regional puede jugar un papel fundamental y hacia allá debemos apuntar”, remarcó la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena.
NECESARIO, PERO NO SUFICIENTE. El énfasis puesto por Cepal en el crecimiento del PIB, en este estudio, es excesivo. Recordemos que su aumento es necesario, pero no suficiente. Citemos al respecto dos escritos superactualizados sobre los límites de este indicador: El de Paul Krugman El misterio del PIB, del 3 de setiembre de 2018 en The New York Times, y el de José Zanardini Mba’e piko la crecimiento, del 12 de noviembre de 2017, en Última Hora, Asunción.
INESTABILIDAD. Hay que agregar al informe analizado que los países de peores déficit estructurales son precisamente los mayores de Sudamérica: Argentina (con doble déficit, en el Fisco (-5% del PIB) y en la balanza comercial internacional, en conflicto con el dólar norteamericano vs. el peso argentino y la inflación local vs. recesión ya instalada) y Brasil (con caída del PIB por debajo del 1%), alto desempleo –10%–, déficit fiscal tolerable, pero in crescendo e incertidumbre política ante las próximas elecciones generales).