13 feb. 2025

Cautivantes historias de narcisistas ayudan a alertar a los espectadores

La industria del entretenimiento sigue apostando a las producciones que rescatan historias de la vida real, donde los protagonistas tienen rasgos o claramente sufren trastorno narcisista de la personalidad.

En la plataforma Netflix, la película documental El estafador de Tinder y la serie Inventando a Anna, forman parte de las series más vistas.

Para las sicólogas clínicas Michelle Wolley y Andrea Indij la fascinación por estas propuestas no es nueva y pueden ayudar a detectar casos en la vida cotidiana de los espectadores.

El estafador de Tinder cuenta la historia desde la perspectiva de las mujeres que fueron estafadas por Simon Leviev, alias de Shimon Heyada Hayut (30), un israelí que con sobrenombres, engañaba a mujeres, interpretando el rol de millonario, antes de estafarlas con grandes sumas en dólares.

La miniserie Inventando a Anna, protagonizada por Julia Garner, cuenta la vida criminal de Anna Sorokin, una rusa nacionalizada alemana que en EEUU vivió una opulenta vida, estafando. La historia, desde la perspectiva de las investigaciones y entrevistas de una periodista enfocada en su vida, muestra a una “heredera” que ganó fama en redes sociales y en la sociedad de élite neoyorquina.

En ambos casos, los protagonistas tienen en común los rasgos de los narcisistas, según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales: arrogancia, falta de empatía, grandiosidad tóxica, fantasías de éxito ilimitado, sentirse único y especial, sentirse con derecho y creer que merece un trato especial, necesidad excesiva de admiración y relaciones de explotación con los otros para lograr sus fines.

IMPACTO. Pero, ¿porqué impactan estas historias y hacen que el espectador se enganche con ellas? Según la sicóloga clínica Michelle Wolley no es nuevo que la industria audiovisual coloque personajes narcisistas en sus producciones, y que estos “villanos” llamen la atención para bien o para mal, del público.

“En Betty la fea, los narcisistas Mario Calderón, y Armando Mendoza; en la cinta Dulce noviembre, Nelson Moss, en Cruel intentions, Kathryn Merteuil y Sebastián Valmont, Viola en Una suegra de cuidado, Miranda en El diablo viste a la moda”, recordó.

Además, la serie Dirty John, que tomó la verdadera historia del estafador John Meehan, quien estafó a Debra Newell y otras y tuvo un trágico desenlace. O la película Atrápame si puedes, dirigida por Spielberg, que se inspira en la historia de Frank William Abagnale, Jr. un narcisista con delirios de grandeza que fue falsificador de cheques e impostor.

Para la licenciada Wolley es de cuidado el impacto de estos personajes en la sociedad, sobre todo si la industria (novelas, películas) colocan a estos personajes como ejemplares, porque “destacan”, o si alimentan la fantasía romántica del “cambio” a partir del amor incondicional.

APORTE. Para la licenciada Andrea Indij, sicóloga clínica especializada en la recuperación de víctimas de sicópatas integrados, el aporte que ofrecen las producciones audiovisuales basadas en estas historias, es que el espectador queda con la idea de que ”existen este tipo de seres”.

“Cuando alguien sabe que se puede topar con algo así, y le avisan los patrones de funcionamiento (de la relación) y cómo se va a producir un ciclo de abuso, tiene recursos para salir corriendo cuando ve venir la ola gigante del Tsunami y no quedarse fascinado mirando con curiosidad lo que está sucediendo”, describe Indij.

Para la profesional, ver este tipo de materiales es útil, “especialmente para quienes pueden identificarse con las víctimas, ya que el cerebro sólo comprende lo que puede imaginarse que existe. Si no imaginamos que existen estos seres, no tenemos manera de identificarlos”.

A partir de comentarios despectivos de espectadores acerca de la “ingenuidad” de las víctimas de las estafas, la sicóloga explica, “mientras coloquemos la responsabilidad del abuso del lado de los abusados, seguiremos siendo un entorno enfermo. El entorno enfermo es el caldo de cultivo propicio para el desarrollo de estas estafas”.

Quienes opinan así, “no entendieron que fueron víctimas de manipulaciones de tecnología de última generación”, finaliza.


La industria del cine hace honor a la frase La realidad supera la ficción, tomando casos verídicos y convirtiéndolos en éxitos comerciales. Producciones con villanos de la vida real contribuyen a detectarlos en la cotidianeidad .

Narcisos tops
*Dirty John: Serie basada en la verdadera historia de John Meehan, quien estafó a Debra Newell y otras mujeres.
*El estafador de Tinder: Relata la historia desde la perspectiva de mujeres estafadas por Simon Leviev, alias de Shimon Heyada Hayut.
*Inventando a Anna: Miniserie protagonizada por Julia Garner, quien encarna la vida de Anna Sorokin, una rusa nacionalizada alemana que en EEUU se dio la gran vida, estafando a la élite de la sociedad neoyorquina.