28 mar. 2024

Casi toda la inversión pública en educación superior va a los ricos

Los pobres están excluidos del sistema educativo antes de llegar a la Educación Media, por lo que la inversión pública para educación superior beneficia a los más ricos, analizó el Banco Mundial.

Presentación. El ministro López, Celia Ortega (BM) y los ministros Petta y Mazzoleni.

Presentación. El ministro López, Celia Ortega (BM) y los ministros Petta y Mazzoleni.

Unos 684.604 estudiantes paraguayos aprenden lo mínimo, destacó Rafael de Hoyos, economista líder en educación del Banco Mundial.

Este fue el dato que dio pie al análisis del gasto público en educación, que forma parte del estudio “Paraguay: Invertir en capital humano”, que es una revisión del gasto público y de la gestión.

Este análisis fue encargado por el Gobierno hace 18 meses al Banco Mundial. Los resultados se presentaron oficialmente ayer, en un foro abierto que contó con la participación de los ministros de las áreas estratégicas para la inversión en capital humano: Benigno López (Hacienda), Eduardo Petta (Educación), Julio Mazzoleni (Salud) y Mario Varela (Desarrollo Social).

Los estudiantes que hoy “aprenden lo mínimo” corresponden al 70% de todos los escolarizados, destacó De Hoyos. Estos niños y jóvenes están en el sistema educativo, pero “leen un párrafo y no pueden sacar la idea principal o no pueden resolver operaciones básicas de matemáticas”, explicó.

“Este es el cuello de botella para computar el capital humano”, continuó. Dijo que estos niños y jóvenes son hijos de las familias más vulnerables, quienes desde que nacen no tienen los elementos que para salir de la pobreza.

Permanecer en el sistema les cuesta. Al observar la tasa de asistencia de la Educación Media, la línea que corresponde a los sectores más pobres cae drásticamente, muestra el estudio. El escenario más alarmante se observa en la Educación Superior: prácticamente el acceso está reservado al quintil más rico, lo que hace que la inversión pública llegue solamente a las clases medias y altas, explicó.

Calidad del gasto. El experto propuso tres preguntas para evaluar la calidad del gasto en educación. ¿Se invierte lo suficiente? ¿Se invierte en forma equitativa? ¿Se hace un uso eficiente del presupuesto? Las tres preguntas tuvieron la misma respuesta: No.

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La inversión es insuficiente: Paraguay invierte menos de la mitad con respecto a los países de América Latina, indicó De Hoyos.

Tampoco es una inversión equitativa porque la educación pública es aprovechada por el quintil más rico, reiteró. La eficiencia en el gasto también está lejos en comparación con otros países de la región, agregó.

Propuso, entre otras medidas, mayor inversión en los primeros años de vida del niño, para que acceda a educación, alimentación y salud que permita su desarrollo para educarse a lo largo de la vida.