Luego de insistentes intentos por ser reelegido como presidente de la República y más tarde por ocupar una banca como senador activo, todos fracasados, Horacio Cartes demuestra que no quiere soltar el poder y sigue tejiendo una red con leales para copar casi todas las instituciones del Estado.
Sin embargo, su principal ambición está en la Justicia y esto se ve reflejado en su afán por controlar el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM).
El recientemente destituido fuera de plazo y por fuerza de una cuestionada mayoría en la Cámara de Diputados, Eusebio Alvarenga, aseguró que existe una “codicia desmedida” por parte del cartismo para dominar los espacios de poder.
Alvarenga, del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), ya había sido removido pero repuesto por orden de la Corte Suprema de Justicia. Esta vez volvió a ser destituido y ya anunció que de nuevo presentará una acción de inconstitucionalidad.
En su lugar fue puesto el llanista Rodrigo Blanco mediante un acuerdo colorado-liberal. Alvarenga aseguró que el hijo del ex magistrado Sindulfo Blanco responde a los intereses del cartismo. “Fui afectado por un antisistema a todas luces ilegal y se deja un nefasto precedente”, cuestionó el diputado y reclamó que si no se respetan las normas jurídicas no habrá institucionalidad.
La diputada Celeste Amarilla, del PLRA, si bien dio su voto para Blanco, considera que Cartes impulsa una política de copamiento de las instituciones y que con ese fin mueve sus fichas y tiene como títere al mismo presidente de la República, Mario Abdo Benítez.
Igualmente, Amarilla acusó a su par liberal Juan Manuel Ayala de ingresar al JEM como suplente de la mano de la Asociación Nacional Republicana (ANR), lo que refuerza la idea de especial apego de Cartes hacia este órgano extrapoder. El sobrino del fallecido Robert Acevedo fue puesto en la función con votos colorados y solamente dos liberales, Esmérita Sánchez y Édgar Ortiz.
“Te extrañamos, Robert Acevedo. Triste debut de su suplente, Juan Manuel Ayala, que con dos votos liberales y todo el Partido Colorado me ganó la suplencia del JEM. Espero que ni estornude nuestro titular (Rodrigo Blanco) porque este (Ayala) va a ir en nombre de la ANR”, advirtió la legisladora.
Pero el favor de Cartes se extiende a más de un miembro del JEM. El diputado Hernán Rivas, sobrino del cuestionado Tomás Rivas, ingresó como representante titular de la Cámara Baja el año pasado del mismo modo, con un golpe que tumbó al abdista Ramón Romero Roa, quien presentó una acción de inconstitucionalidad aún pendiente de pronunciamiento de la Corte.
La otra ficha cartista es el abogado Jorge Bogarín Alfonso, quien a finales del año pasado, abrazado con Horacio Cartes, ganó la elección de su gremio para representante del Consejo de la Magistratura, y actualmente además es vicepresidente del JEM, en tanto que el senador llanocartista Fernando Silva Facetti es presidente de la institución.
LA JUSTICIA. En 2018, meses antes de dejar la presidencia, Cartes logró el nombramiento de Sandra Quiñónez como fiscala general del Estado, su pieza clave, una aliada protegida a capa y espada.
Recientemente, además, fue designado como presidente de la Corte Suprema de Justicia César Diesel, un leal al ex mandatario. El ministro Manuel Ramírez Candia denunció que hubo injerencia política en su elección.
Por otro lado, el cartista Pedro Alliana fue por cuarta vez elegido presidente de la Cámara Baja, gracias a la avasalladora mayoría colorada. Alliana también es presidente de la ANR.
Miguel Godoy, defensor del Pueblo, y Jaime Bestard, presidente del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE), también son sus aliados. La única resistencia que tiene Cartes se encuentra en el Senado, con mayoría opositora.
