14 may. 2025

Cardenal exhortó a que duela de verdad la pobreza y trabajar por el bien común

Rodeados de quienes son el ‘‘corazón de la Iglesia’’, en el Bañado Tacumbú, la catedral de los pobres, que se erige en zonas inundables de la ribera del río Paraguay, el arzobispo metropolitano Adalberto Martínez Flores dio ayer al pueblo paraguayo su primer mensaje como cardenal, exhortando a los políticos ‘‘a que les duela de verdad la sociedad, la vida de los pobres y que trabajen decididamente por el bien común’’.

Recibiendo los aplausos de las más de 4.000 personas que lo aguardaban en la canchita Pa’i Jorge Franco de la parroquia San Felipe y Santiago, el primer cardenal del Paraguay centró su homilía en temas sensibles para esta comunidad, formada hace más de 50 años por campesinos expulsados de sus tierras, las familias sin trabajo o con trabajos informales y que se resisten a la exclusión, organizados en asociaciones comunitarias como el Centro de Ayuda Mutua Salud para Todos (Camsat). El nuevo miembro del Colegio Cardenalicio de Roma y el primero en la historia del Paraguay arrancó su homilía señalando la indiferencia hacia las desapariciones de niños y adolescentes por parte de las autoridades policiales y de la Fiscalía, recordando que tienen la obligación de investigar y determinar el paradero de cada uno. Mencionó los casos de José Miguel Ozuna, Peño, de 12 años, cuyo cuerpo sin vida habría sido encontrado el viernes en una laguna de la zona. También a Juliet, conocida como Yuyú, niña desaparecida en Emboscada en 2020, y otros cientos de casos más que podrían estar vinculados con el crimen de la trata de personas. ‘‘Desde el cielo, el Señor Dios nos interpela: ¿Dónde está tu hermano?’’, dijo. Educación En otro momento de su prédica, el cardenal Martínez recordó a los fieles que la Iglesia enseña que la fe en ‘‘Cristo hecho pobre pide ser cercano a los pobres y excluidos”, que debemos preocuparnos por su desarrollo humano integral. En este sentido, resaltó que la educación de calidad es la clave –tanto en los bañados como en los asentamientos– para romper el círculo de la pobreza, por lo que ‘‘necesitamos asumir el compromiso’’ de que todo ciudadano permanezca en el sistema educativo, y obtenga la formación moral e intelectual que requiere para el acceso a una vida digna, plena y feliz. El Bañado Tacumbú es –según el cardenal– un ejemplo de que el compromiso de la Iglesia con los pobres no se reduce exclusivamente a acciones o programas de asistencia. Amar al pobre permite servirlo no por necesidad o por vanidad o cualquier intento de utilizarlos al servicio de ‘‘intereses personales o políticos’’. Martínez resaltó que la Iglesia quiere con todas sus fuerzas responder al clamor de justicia del pueblo, cooperando para resolver las causas estructurales de la pobreza y para promover el desarrollo integral. ‘‘Una sociedad más justa y equitativa, donde impere el bien común, es tarea de la política y de los políticos. Por ello, exhorto a los laicos católicos y a las personas de buena voluntad que se dedican a la política y ocupan cargos de responsabilidad en las instituciones públicas y privadas que les duela de verdad la sociedad, el pueblo, la vida de los pobres y que trabajen decididamente por el bien común y por la promoción humana integral de todos los que habitan el suelo patrio’’, enfatizó ante la presencia de varias autoridades como el intendente Óscar Nenecho Rodríguez, la ministra del Trabajo, Carla Bacigalupo, y ediles.


La inequidad, fruto del egoísmo, es la raíz de los males sociales. Es urgente y necesario resolver las causas estructurales de la pobreza.

Se necesitan políticas de bien común que brinden a las familias oportunidades para una vida feliz.

La educación de calidad es la clave para romper el círculo vicioso de la pobreza. Mayor escolaridad significa mejor condición de vida.

La Iglesia enseña que la fe en Cristo hecho pobre nos pide ser cercanos a pobres y excluidos y preocuparnos por su desarrollo humano integral.
Adalberto Martínez,
cardenal, arzobispo.

inequidad. El cardenal Adalberto Martínez pidió mayor atención para el sector más vulnerable de la sociedad.

Compromiso. Valoró el trabajo de la Iglesia en el Bañado Tacumbú y la dignidad de las familias que lo habitan.

Primer purpurado del Paraguay