El religioso contrastó la buena nueva de la Resurrección de Jesús, que la Iglesia Católica celebró ayer, con las malas noticias que abarcan los titulares diarios, con el viacrucis y las crucifixiones sociales, de las llagas abiertas del sufrimiento humano.
“No nos quedemos en la tristeza y recobremos la esperanza (Que nadie nos robe la esperanza). En los callejones de sufrimientos personales y colectivos, el Señor resucitado ha abierto la puerta de salida, ha removido la piedra y ha dejado el sepulcro vacío”.
Sobre la coyuntura política de cara al 30 de abril, pronunció que “entristece el viacrucis de algunos que en los callejones sin salida de las propias ideologías, convicciones, pretensiones o ambiciones personales o grupales, se transformen en jueces y en legisladores para pasar a ser hasta verdugos intransigentes e intolerantes con los que piensan diversamente”, acotó el cardenal.
En Caacupé. Por su parte, monseñor Ricardo Valenzuela durante su homilía en la misa de Caacupé recordó los dichos de un poeta alemán católico, quien dijo: “Vengo y no sé de dónde. Soy… y no sé quién. Vivo.. Sin saber cuánto. Muero… y no sé cuándo. Marcho… sin saber dónde. Lo único que siento es que me maravilla ser feliz. Estas expresiones, sin lugar a dudas, tienen muchas interrogantes”.
Agregó que durante estos días de Pascuas de Resurrección, “debemos tener presentes y reflexionar sobre los valores fundamentales de nuestra sociedad”. El respeto, la tolerancia y aplacar la violencia que hay en demasía pidió monseñor. Destacó que estos son los valores que se deben tener presentes a diario.