¿Qué mejor que sentarse o recostarse a descansar en una hamaca después de una fatigante jornada? Ya sea para dormir una reparadora siesta o para reflexionar en compañía de un refrescante tereré, las hamacas producidas en Carapeguá están presentes en una buena cantidad de hogares paraguayos.
Fabricadas por incansables trabajadores bajo la sombra de los mangales, explican en entrevista con Telefuturo que gracias a la producción de hamacas pueden solventar sus gastos y salir de apremios económicos. Tal vez, el único punto negativo es que debido a la alta demanda, la artesanal producción no da abasto.
El trabajo de producción de hamacas carapegüeñas es minucioso. Familias enteras se dedican a este rentable oficio. Según una de las productoras, la venta llega a 100 unidades por semana. Cada hamaca tiene el valor de G. 100.000.