Por Andrés Colmán Gutiérrez
@andrescolman
“Che sy porãité asy
Tupãsy marangatu
ajumi ningo mitãicha
nde rehe ama’ẽ asy
Che ha'égui ne memby
che rehe nde rema’ẽva
nde jyva ári aimeséva
aipota che rovasa”
Que sean versos en lengua guaraní y que un inspirado sacerdote católico poeta los haya escrito en la pantalla de su teléfono celular, en la parada del transporte público, mientras esperaba el ómnibus, ya resultaba poco convencional.
Que luego estos mismos versos hayan adquirido música con disonancias de guitarras eléctricas y ritmos juveniles, en un taller de composición colectiva, fue otro elemento sorprendente.
Pero lo más llamativo fue que la canción sea cantada durante una Misa en el Santuario de Caacupé, y que cientos de jóvenes la hayan podido escuchar, bailar y aplaudir de pie en medio de la celebración religiosa.
Por inusual que parezca, este fue el recorrido que tuvo Che sy porãite asy (Mi madre tan hermosa), la canción final de la Misa Guarani Pyahu, una revolucionaria propuesta para renovar el cancionero musical católico, con 15 canciones que llevan letras en lengua guaraní y ritmos modernos: pop, rock, reggae, salsa, blues y baladas.
“Sentimos que hacía falta una misa cantada en idioma guaraní que identifique más a los jóvenes de esta época, con ritmos musicales que les resulten propios. Asumimos el desafío y lo hicimos con un grupo de jóvenes músicos paraguayos, durante un taller de composición musical”, relata el sacerdote Alberto Luna, provincial superior de los Jesuitas en nuestro país.
La idea pareció apropiada para celebrar los 200 años de la restauración de la Compañía de Jesús en el Paraguay (1811-2014).
“Queríamos hacer un aporte de los Jesuitas del Paraguay al mundo juvenil en la producción de nuevos lenguajes, que hagan una síntesis entre la cultura popular, el idioma guaraní y los nuevos estilos musicales, para expresar la vida y la fe”, explica Luna.
Desde este jueves, los realizadores comparten, además, un videoclip de la canción Che sy porãite asy, realizado especialmente con motivo de la Festividad de la Virgen de Caacupé.
Una creación musical compartida
En enero de 2013, el superior provincial de los Jesuitas convocó a jóvenes músicos de San Ignacio de las Misiones, Ciudad del Este y Asunción para participar de un taller de creación musical colectiva en el Colegio Cristo Rey, en la capital, donde se propusieron el desafío de crear las canciones para la nueva Misa Guaraní, bajo la dirección del sacerdote Casimiro Irala, un veterano músico religioso que ya había compuesto canciones para misas en guaraní, aunque en ritmos folclóricos tradicionales.
“Iniciamos traduciendo versos del jesuita francés Jean Paul Cabot, que se transformó en la primera canción, Peju japurahéi (vengan, vamos a cantar), y eso nos dio el tono para crear las demás músicas”, relata Luna.
En total se crearon 15 canciones, agrupadas en un disco, que este domingo 7 de diciembre, coincidiendo con la víspera de la festividad de la Virgen de Caacupé, se distribuirá con la edición del diario Última Hora. Los lectores lo podrán adquirir como compra opcional, con un costo de G. 25.000.
“Muchas de las letras de las canciones son de creación colectiva, otras son individuales. Dos de las letras son mías y dos son de Diego Carmona. La última canción, Che sy porãite asy, fue la que escribí en la pantalla de mi teléfono celular, mientras esperaba el ómnibus para ir al lugar del taller”, revela el sacerdote.
Entre los jóvenes músicos que participaron del taller, estuvieron Aldo Aguilera, de Ciudad del Este; María Barrios y Lucio Martínez, de San Ignacio; Carlos González, María José Benítez, Diana Medina, Clemente Cardozo, Willy Céspedes, Alma Ayala, Marlene Rossi, Fabrizio Pomata, Arnaldo Flecha, Diego Carmona, Claudio Caballero, Nino Rodríguez, Víctor Riveros y Thomas Lecourt.
En la producción del disco, la dirección musical estuvo a cargo de Carlos González, con los arreglos de Diego Carmona.
Las 15 canciones que componen la Misa Guarani Pyahu, incluidas en el disco, son: Peju japurahéi, Tupã Ñandejára, Oreporiahuvereko, Gloria mbyky, Aleluia, Arovia, Nde pópe romo ĩ, Ne marangatu, Romombe’u, Ore ru, Py’aguapy, Ñandejára ovecha ra’y, Máva pico che, Apyta penendive y Che sy porãite asy.
El material se presentó recientemente en varias ciudades como Asunción, San Roque González, San Ignacio, Ciudad del Este y en el Santuario de Caacupé, acompañado de danzas coreográficas a cargo del ballet del Colegio Técnico Javier, de Asunción.
“En Caacupé lo hicimos durante una jornada con la juventud y fue impresionante ver como los jóvenes cantaban y bailaban, y además aplaudían de pie cada una de las canciones, algo que no es muy usual en las celebraciones”, sostiene el sacerdote Alberto Luna, quien espera que los fieles de todas las edades se apropien de las canciones y las incorporen a sus celebraciones, como un signo de los nuevos vientos que actualmente soplan en la Iglesia Católica, asumiendo un renovado estilo de cantarle a Dios en guaraní y con ritmos juveniles.