Con este movimiento, Restaurant Brands International (RBI) cambia de estrategia, pues hasta ahora solo tenía 75 restaurantes bajo su titularidad y ahora añadirá los 1.022 que operaban dentro de Carrols Restaurants y que están presentes en 23 estados de EEUU y emplean a 24.000 trabajadores.
ACCIONES. RBI pagará 9,55 dólares por cada acción de Carrols, en una operación que tendrá un costo de 1.000 millones de dólares, según anunció RBI en un comunicado, lo que representará un premium de 12,3 % con respecto al valor del cierre de esas acciones el pasado viernes.
Carrols, que también aloja 60 locales de la marca Popeye, de pollo frito, tuvo en su último ejercicio que cerró en septiembre pasado, un volumen de ventas de 1.800 millones de dólares.
Pero el objetivo último de RBI es remodelar los restaurantes hoy alojados en Carrols durante los próximos cinco años y volverlos a poner en régimen de franquicia –según aclaró Tom Curtis, presidente de Burger King para EEUU y Canadá–, con prioridad para los actuales jefes de los locales de Carroll.
Además de Burger Kingo, RBI es propietaria de las cadenas de comida Tim Hortons, Popeyes, and Firehouse Subs. EFE