La vacuna, de dosis única y con efectividad comprobada contra los cuatro tipos de dengue, será producida por el Instituto Butantan, laboratorio de referencia en Brasil, junto con la empresa china WuXi Biologics, con una inversión inicial calculada en 1.260 millones de reales (unos 221 millones de dólares).
La ceremonia en que fue hecho el anuncio fue encabezada por el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien no figuró entre los oradores, y la ministra de Salud, Nísia Trindade, quien presentó el proyecto en medio de unos fuertes rumores de que pudiera perder su cargo en una posible reforma del gabinete.
En 2024, Brasil registró un récord de 6,65 millones de casos probables de dengue y una cifra histórica de 6.022 muertes por esa enfermedad, que en los últimos años ha avanzado con fuerza en el país.
En lo que va de este año, ya se han registrado 402.000 casos probables, un 30 % menos que en el mismo período de 2024. Durante el año pasado, el Gobierno promovió una inédita campaña de inmunización contra el dengue con la vacuna Takeda, de la firma japonesa Odenga, pero las dosis adquiridas solo fueron suficientes para inmunizar a 3,3 millones de niños de entre 10 y 14 años.
Para este año, el Ministerio de Salud ha adquirido hasta ahora nueve millones de dosis de la vacuna japonesa, una cifra que pudiera aumentar durante el segundo semestre.
EMERGENCIA. La semana pasada, el Gobierno del estado de São Paulo, el más poblado del país, decretó una emergencia sanitaria por el rápido aumento de casos de dengue, y anunció nuevas inversiones para combatir la transmisión del virus. El secretario regional de Salud, Eleuses Paiva, dijo en una rueda de prensa que con esta medida el Gobierno busca “garantizar que cada municipio cuente con la infraestructura necesaria” para enfrentar la expansión de esta enfermedad, transmitida por un tipo de mosquito.
El Ejecutivo anunció, además, la inversión de tres millones de reales (530.000 dólares) en la compra de 110 nuevos equipos de fumigación, así como el refuerzo de 32 millones de unidades de medicamentos, como sueros y fármacos contra la fiebre, para tratar a los pacientes en los municipios más afectados.
São Paulo, con una población de 44 millones de personas, ha reportado en lo que va de año casi 200.000 casos probables, más de la mitad del total registrado en Brasil, además de 102 muertes confirmadas y otras 225 en investigación, según datos del Gobierno federal.
Asimismo, en casi un tercio de los 645 municipios de la región, los casos ya superaron los 300 por cada 100.000 habitantes, lo que ha puesto a las autoridades en alerta.
En enero, São Paulo registró más del doble de casos que en el mismo mes de 2024.
Las altas temperaturas y las fuertes lluvias registradas en el país en los últimos dos veranos australes facilitan la reproducción rápida de los mosquitos.