El Museo del Barro cuestionó la omisión hecha por la Oficina de la Primera Dama al referirse a la plaza de los Desaparecidos como “Plaza Navidad” para promocionar un evento navideño realizado el pasado jueves 19 y viernes 20.
En el afiche del evento se tituló el lugar de la actividad como “Plaza Navidad”, una propuesta que ofrecía un mercadillo navideño, Papá Noel, show de luces, golosinas, buzón de cartas, conciertos y shows navideños, realizado el pasado jueves 19 y viernes 20.
En el apartado de la ubicación del evento se omitió el nombre del espacio –plaza de los Desaparecidos–, y se hizo una referencia al lugar como “plaza al costado del Palacio de López”.
Esta omisión llamó la atención de varias personas, instituciones y espacios, como el Centro de Artes Visuales/Museo del Barro, que expresó su “enérgico rechazo” al cambio de nombre hecho en la ocasión por la Oficina de la Primera Dama.
“La plaza de los Desaparecidos es un símbolo de la memoria ciudadana, la verdad y la justicia en Paraguay, y recuerda a las víctimas del autoritarismo y el terrorismo de Estado promovido por la dictadura stronista del Partido Colorado”, recordó el Museo del Barro en un comunicado en el que, además, señala que la omisión hecha por la oficina gubernamental a cargo de Leticia Ocampos transgrede la memoria colectiva paraguaya.
“Alterar la denominación de la plaza, aunque sea de forma temporal, atenta contra el significado histórico y colectivo de este espacio que regularmente es activado por la ciudadanía como sitio de memoria, reflexión y resistencia”, se señala en el comunicado.
El Museo del Barro menciona que la acción se enmarcó en una serie de actividades promovidas por la Oficina de la Primera Dama de Paraguay, instancia que, según la Ley Nacional de Cultura 3.051, carece por completo de atribuciones para intervenir en políticas culturales del país.
“Tales acciones constituyen una usurpación de roles que corresponden a la Secretaría Nacional de Cultura, que está obligada a intervenir en casos como este para resguardar la integridad de un patrimonio cultural como la plaza de los Desaparecidos, al tiempo de trivializar un sitio de memoria indispensable en la consolidación de una democracia comprometida con los Derechos Humanos”, subrayó el Museo del Barro.
En la plaza de los Desaparecidos, se encuentra la escultura Entierro de un (otro) monumento, instalada en el lugar por el célebre Carlos Colombino, en 1996.
Se trata de una escultura de Alfredo Stroessner que se encontraba en la cima del cerro Lambaré y que fue derribada durante la democracia, cortada en trozos y sepultada entre dos bloques de hormigón, sostenidos a su vez por cabos metálicos.