El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, le dio ayer un claro respaldo al ministro de Justicia, Sergio Moro, frente a las sospechas surgidas sobre su actuación como juez en el proceso que llevó a la cárcel a Luiz Inácio Lula da Silva.
Bolsonaro, el mayor antagonista político de Lula, recibió a Moro para una reunión privada en su residencia oficial y luego juntos embarcaron en una lancha para atravesar el lago Paranoá de Brasilia y asistir a una ceremonia en la que el ministro fue condecorado. Aunque no hizo declaraciones públicas, Bolsonaro respaldó así a Moro ante un escándalo surgido de mensajes obtenidos por el portal The Intercept Brasil, que el ahora ministro de Justicia intercambió, en su condición de juez, con fiscales de la operación Lava Jato en torno al proceso en el que halló a Lula culpable de corrupción.
Los mensajes, transmitidos por Telegram, llegaron a The Intercept, gracias a un hacker anónimo que intervino los teléfonos de Moro y algunos fiscales, y sugieren que el entonces magistrado pudiera haber orientado algunas acciones de la investigación contra Lula, lo cual está expresamente prohibido por la ley. Según Moro y los fiscales de la Lava Jato, no es así, y lo grave en este asunto es que teléfonos de autoridades fueron intervenidos en forma ilegal. EFE