Cinco jueces del tribunal supremo, incluido el emblemático y criticado Alexandre de Moraes, se reunirán durante cinco jornadas de audiencia entre el 2 y el 12 de septiembre en Brasilia para decidir si condenan o absuelven al ex jefe de Estado (2019-2022) y a siete de sus ex colaboradores.
La acusación es inédita y el desafío inmenso para la primera potencia de América Latina, enfrentada a una guerra comercial lanzada por el presidente estadounidense con la esperanza de salvar a su aliado Bolsonaro. Con 70 años, el ex mandatario se expone a unos 40 años de prisión por, según la acusación, haber conspirado para garantizar su “mantenimiento autoritario en el poder” a pesar de la victoria del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva en las elecciones de 2022.
De acuerdo a la Fiscalía, el plan contemplaba incluso el asesinato de Lula antes de su investidura, y también del juez Moraes, con el “consentimiento” de Bolsonaro.
El líder de la derecha y extrema derecha de Brasil niega en bloque las acusaciones y denuncia una “persecución política”. AFP