A nivel mundial, nuestro país se ubicó en el puesto 25 del ránking de 190 países analizados y las mejores puntuaciones se asignaron a los indicadores de movilidad, trabajo, remuneración, matrimonio, emprendimiento y bienes, con 100 puntos asignados a cada uno de ellos. Los menores resultados se obtuvieron en parentalidad (80 puntos), donde se contemplan las políticas de licencia por maternidad, paternidad o parental; y en las pensiones (75 puntos).
Los países que lograron la calificación global de 100 puntos fueron Bélgica, Canadá, Dinamarca, Francia, Islandia, Letonia, Luxemburgo y Suecia. El organismo multilateral destaca que el puntaje promedio mundial de 2019 es de 75,2 puntos, en un nivel superior al 73,9 de 2017; no obstante, advierte que el avance general de las reformas ha sido lento.
En el mencionado informe del BM se mide la manera en que las leyes y las regulaciones inciden en las oportunidades económicas de las mujeres. “En el índice se analizan los derechos económicos a lo largo de diferentes hitos en la vida laboral de una mujer y mediante ocho indicadores: por ejemplo, capacidad para trasladarse libremente, derechos en el lugar de trabajo, derechos al casarse y tener hijos, modo en que la ley les impide o les permite dirigir su propio negocio y gestionar activos, y jubilación”, explica el reporte.
“Ningún país puede desarrollar su máximo potencial sin la participación igualitaria de mujeres y hombres. Alcanzar la igualdad de género no solo es correcto, sino también necesario para el crecimiento económico y el desarrollo de un país”, agrega.