El BM corrigió la estimación de caída del producto interno bruto (PIB) de Paraguay, de -1,2% a -2,8%, a través del informe de Perspectivas Económicas Globales publicado este lunes. Los efectos de la pandemia de Covid-19 serán más agudos de lo que se previó inicialmente, por el deterioro del contexto mundial, pero también por la merma de la actividad económica que resulta de las medidas de restricciones a la movilidad de las personas. Sin embargo, incluso con esta actualización nuestro país se mantiene como el que menos contracción económica sufrirá en Sudamérica (ver infografía).
Perú, Brasil y Argentina serán los países con mayor caída del PIB en la región este año, con niveles de -12%, -8% y -7,3%, pero el país andino y Uruguay tendrán los índices de crecimiento más vigorosos en 2021, con 7% y 4,6%, respectivamente. Para Paraguay, el BM pronostica una recuperación de 4,2%, en 0,3 puntos porcentuales por encima de la proyección pronunciada en enero pasado -antes del inicio de la pandemia-, pero con una reducción de 5,9 puntos en la estimación asignada al 2020.
Para la región de América Latina y el Caribe, el BM espera una contracción económica de -7,2% en el presente año, una caída superior al -5,2% que se prevé para la economía mundial, y un repunte de 2,8% en el 2021, inferior a la recuperación de 4,2% que se espera a nivel global. El pronóstico de contracción del PIB para Paraguay en 2020, pronunciado por el BM, está cerca del -2,5% anunciado semanas atrás por el Banco Central del Paraguay (BCP).
Carlos Arteta, economista principal del Grupo de Perspectivas del BM, advirtió que en este escenario pueden volver a generarse las masivas movilizaciones de protesta en la región, como las ocurridas en Chile y Ecuador el año pasado.
Esta advertencia cobra especial relevancia en momentos en que la ciudadanía empieza a manifestarse en Paraguay por los recientes casos de corrupción que rodean a los procesos de contención de la pandemia, así como el descontento especialmente entre las mipymes por la insuficiente llegada de la ayuda económica del Gobierno a través del sistema financiero y las crisis que acecha al Instituto de Previsión Social (IPS).
“Los recientes avances en la región en cuanto al alivio de la pobreza y la desigualdad están también en riesgo, los efectos negativos sobre el ingreso podrían reactivar la ola de malestar social del año pasado”, aseveró.
Arteta mencionó a la informalidad como el principal elemento que profundiza los daños económicos y la intensidad de la pandemia en la región de América Latina y el Caribe. Insistió, además, en que se mejoren la calidad del gasto y la recaudación fiscal, ya que aun con la superación de la emergencia sanitaria, las medidas de distanciamiento social seguirán siendo necesarias y la recuperación difícilmente será inmediata, especialmente en las actividades de turismo, servicios personales y entretenimiento.