A inicios de marzo, José Cantero, titular del BCP, había señalado que se contaban con fundamentos sólidos para creer que la economía paraguaya crecería este año, pese al contexto global por la pandemia del Covid-19. No obstante, el propio Cantero había reconocido en ese entonces que no se sabía con exactitud cuáles iban a ser finalmente los efectos de la situación sanitaria.
En ese sentido, había considerado que los datos del Indicador Mensual de Actividad Económica del Paraguay (Imaep) de enero pasado (crecimiento de 4,5%) eran alentadores y que la crisis por el coronavirus encontraba al país “con los pilares de la macroeconomía sólidos”.
Empero, el panorama fue haciéndose cada vez más sombrío y motivó poco después a adoptar una serie de medidas, como por ejemplo, la reducción de la tasa de interés de política monetaria y la baja temporal del encaje legal. También, entre otras disposiciones, se amplió el régimen normativo vigente, favoreciendo la formalización de renovaciones, refinanciaciones y reestructuraciones de los créditos concedidos a personas físicas y jurídicas.