Las condiciones para acogerse a esta medida consisten en que el beneficiario del crédito sea preferentemente del sector de micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), que los fondos se orienten a cubrir necesidades de capital operativo - incluidos costos administrativos, pago de salarios y pago por obligaciones con proveedores - y que el monto de capital del crédito adicional sea menor o igual a 150 salarios mínimos mensuales.
IMPACTO. Para el economista Aníbal Insfrán, se trata de una medida que puede afectar positivamente a bancos que se especializan en la atención a mipymes (Familiar, Interfisa, Visión, Río, entre otros) y a las financieras, pero no considera que tenga un fuerte impacto debido a que se dirige a las previsiones, o la porción de recursos que las entidades deben reservar para cumplir eventuales incumplimientos de sus clientes.
Explica que las previsiones genéricas, aplicadas a toda la cartera de créditos, se encuentra apenas en torno al 1%; y que al constituirse las previsiones recién cuando se incurre en mora o atraso en el pago de las cuotas, el mensaje que se emite es que “si el cliente se atrasa, no va a ser tan malo”.
“Si el crédito del cliente de la mipymes se atrasa hasta 18 meses, yo no constituyo previsiones y difiero para un periodo posterior, pero el banco no quiere que la gente se atrase, no es ese el objetivo del crédito. Es un incentivo, pero para mí no es un incentivo muy fuerte”, expresa finalmente.
La Cifra
150
salarios mínimos es el tope del monto de los créditos que pueden beneficiarse con la nueva medida del BCP