Literalmente abandonadas a su suerte se encuentran las mil familias provenientes de zonas inundables de la Chacarita y de Zeballos Cué que habitan desde hace poco más de dos años el barrio modelo San Francisco. Esto, según denuncian, debido al olvido de las instituciones que prometieron dotarle de numerosos beneficios.
Lejos de ser un ejemplo de proyecto habitacional a ser replicado, este núcleo poblacional de Asunción se caracteriza por la prestación de precarios servicios, donde uno de los más sensibles se refiere al transporte público, a lo que le sigue la falta de fuentes de trabajo, el cierre de guarderías que va en detrimento de la gran cantidad de madres solteras, la inseguridad en las calles, entre otros que enumeran sus habitantes.
Andrés Abelino Sosa, quien reside en uno de los 78 bloques que albergan 888 departamentos, explicó que los domingos y feriados solo tienen colectivo de la Línea 6 hasta la entrada del Jardín Botánico y los días laborales, las unidades solo operan hasta las 21.00, por lo que la gente que trabaja o estudia en horario nocturno debe incurrir en gastos extras para llegar a su casa.
Dijo que deben caminar muchas cuadras para llegar hasta el punto donde pasan los buses, por calles inseguras que por lo general están dominadas por adictos o asaltantes y que incluso cometen robos domiciliarios, lo que a muchos llevó a enrejar sus viviendas para protegerse.
Clotilde Chamorro, cuyos hijos regresan recién a sus domicilios cerca de las 23.00 de cada jornada, pagan a Uber o a mototaxis que ofrecen traslado hasta San Francisco, a un precio que alcanza los G. 10 mil también desde la entrada al Botánico o desde Loma Pytã.
REALIDAD
Un complicado panorama afecta a la madres solteras que habitan este punto asunceno a raíz del cierre de la guardería que albergaba a sus hijos, en una clausura que se dio –según testimonio de las mismas mujeres– por el cese de contrato por parte de la Itaipú con la oenegé Plan Internacional, que tenía un plantel de profesores que se encargaba del cuidado y educación de los menores.
Las mismas se dedican a lavar ropas, tareas domésticas en zonas aledañas, venta de caramelos en las calles, limpiavidrios y otros.
El drama de este grupo va directamente ligado a la promesa incumplida de habilitar una planta recicladora que debía dar empleo a los moradores de este barrio, cuya estructura, si bien ya está construida aún no entra en funcionamiento.
Fátima Blanco, del área Refugio, de Chacarita, dijo ser mamá de seis chicos, uno con discapacidad, los cuales no sabe al cuidado de quién dejar para ir a buscar trabajo que le retribuya algún ingreso. Silvia Bogarín tiene a su cargo la implementación del Programa Abrazo, que brinda desayuno, almuerzo y merienda a más de 200 niños, lo cual suple en parte las carencias existentes.
La posibilidad de ingresar a la Escuela Básica 8.175 para conocer el porqué no hay servicio de internet para computadoras de la institución fue negada por una guardia que custodia el edificio. Tampoco se pudo hablar con ninguna autoridad en el lugar, pues durante la visita de UH las oficinas estaban cerradas.
DÉFICIT. Buses operan hasta las 21.00 y feriados y domingos no llegan a otros puntos de la capital.
DRAMA. Única guardería fue cerrada por Itaipú y madres solteras no tiene dónde dejar a sus niños.
45 millones de dólares costó la construcción de este nuevo barrio de Asunción en un sector de Zeballos Cué.
“99% somos solteras y con muchos hijos. Necesitamos la guardería para no llevarlos a trabajar a las calles”. Antonia Ortíz, vecina.
“Hay una necesidad grande de transporte los feriados y fines de semana. Además, la inseguridad nos golpea fuerte”. Andrés Sosa, vecino.