Con relación al producto interno bruto (PIB), resalta que la entidad bancaria realizó el ajuste al alza en la estimación para fin de año, aunque todavía se sitúa en un terreno negativo. Al respecto, el análisis refiere que la contracción de la actividad económica en los primeros meses de 2022 fue menor a la que se vaticinaba.
“La actividad cayó en el primer trimestre, reflejando el impacto de la sequía, pero la caída fue menos pronunciada de lo esperado ya que los sectores de recursos no naturales se mantuvieron sólidos a pesar de los menores ingresos del sector agrícola. Revisamos nuestro pronóstico a -1,0%, en comparación con nuestro escenario anterior de -1,7%”, dice.
El reporte de Itaú añade que, observando las cifras desestacionalizadas del Banco Central del Paraguay (BCP), inclusive hay una expansión de la actividad en 2,2% en marzo y que, en los números que excluyen a la agricultura y a las binacionales, la tasa fue de 1,5%, con una tasa trimestral anualizada del 4,5% hasta el tercer mes de 2022, entre otros puntos.
Sin tregua. Respecto a los precios, el comentario sostiene que la suba en el mercado local “no da tregua” y que la inflación volvió a sorprender en abril pasado, impulsada por los costos de las materias primas, en particular de los combustibles. Ante esto, el pronóstico para finales de año aumentó a 8,8%, frente al pronóstico anterior de 6,5%.
Adicionalmente, se dio un ajuste sobre la estimación de la tasa de referencia que establece el BCP, actualmente de 6,75%. “La obstinada inflación nos llevó a aumentar nuestra tasa de política monetaria proyectada para fin de año a 7,75%, desde el 7,25% anteriormente”, explica.
1%
es la contracción estimada del PIB para el cierre de este año, mejor que la proyección anterior de -1,7%.
8,8%
es, por otra parte, el cálculo sobre la variación de los precios, superando la inflación total del año 2021.