Como se trata de una enfermedad estacional, que se dispersa sobre todo a través de aves migratorias, el riesgo disminuye desde este mayo, pero vuelve con fuerza alrededor de octubre.
Por este motivo las tareas de contingencia continúan. El Gobierno contrató a un experto brasileño que ayer mostró su metodología de trabajo, además ya se acordó con el sector privado la tasación de aves que podrían ser sacrificadas en caso de dar positivo al virus. Las indemnizaciones solo contemplarán a los pequeños productores con hasta 499 animales. Los pagos oscilarán entre G. 10.000 y G. 20.000, dependiendo de las categorías.