SANTIAGO DE CHILE
La ex mandataria Michelle Bachelet se convirtió anoche en la primera mujer que es reelegida presidenta de Chile, tras vencer en la segunda vuelta de los comicios a la candidata de la derecha, Evelyn Matthei. Con ella, la izquierda y el socialismo vuelven al gobierno, tras un paréntesis durante el gobierno de Sebastián Piñera.
Escrutado el 99,88% de las mesas, Bachelet obtenía un 62,15% de los votos, frente a un 37,84% de Matthei, que admitió su derrota, felicitó a la ganadora y más tarde la visitó para felicitarla en una nueva demostración de una costumbre muy arraigada en los usos electorales chilenos.
Matthei llegó junto a Joaquín Lavín, uno de sus jefes de campaña, hasta el céntrico hotel donde funcionó el cuartel general de Bachelet.
El encuentro entre ambas fue privado, aunque en los primeros minutos se abrió para las cámaras de la prensa; como se lograba escuchar parte del diálogo, los periodistas fueron invitados a salir del lugar.
Según testigos, uno de los temas conversados fue la alta abstención que se produjo en la segunda vuelta, y Matthei le señaló a Bachelet que no iba a permitir que nadie de su coalición ponga en duda la legitimidad de la victoria de la candidata de oposición.
Posteriormente, en un discurso ante sus partidarios, Bachelet agradeció el gesto de su contendiente y acalló algunos abucheos que surgieron desde la multitud.
“Chile, ahora por fin es el momento de hacer los cambios”, afirmó Bachelet, en su primer discurso tras su victoria electoral.
Flanqueada por sus hijos y su madre Ángela Jeria, Bachelet habló ante miles de simpatizantes en un escenario montado en la céntrica avenida Alameda de Santiago.
La presidenta electa aseguró que se trata de un momento “histórico” para el país, que “ha decidido que es momento de hacer transformaciones de fondo”, como la educación universitaria gratuita, la reforma tributaria o la nueva Constitución que ella propone.
Bachelet también mencionó a los estudiantes que en 2011 gatillaron las mayores protestas en Chile desde la democracia, exigiendo educación pública gratuita y de calidad. “El lucro no puede ser el motor de la educación; la educación no es una mercancía; los sueños no son un bien de mercado, es un derecho de todos”, dijo la socialista.
“No va a ser fácil, pero ¿cuándo fue fácil cambiar el mundo para mejor?”, se preguntó Bachelet ante sus seguidores, ataviada con un pantalón y camisa orientales y recordando a todos aquellos que murieron en dictadura.