Las aceras de la concurrida avenida Las Residentas, que une Luque con Areguá, requieren de manera urgente una reparación. El angosto asfaltado y el intenso tráfico vehicular son las principales causas de graves accidentes, en su mayoría con saldos fatales.
Debido a la pésima condición en la que se encuentran actualmente las calzadas, los conductores de transportes públicos de pasajeros paran sus unidades en plena ruta para alzar o bajar a los viajantes, generando largas e interminables colas, principalmente en horas de la mañana y los domingos a la tarde, cuando los veraneantes regresan a la capital utilizando el citado trayecto.
A todo esto se suma la peligrosa carrera protagonizada por los choferes de buses pertenecientes a las empresas Areguá y Cerro Kõi, quienes de manera imprudente circulan a gran velocidad, infringiendo normas de tránsito y referentes a la seguridad que deben dar a sus usuarios, debido al poco control ejercido por los agentes de la Policía Caminera, con base en Areguá.
Resulta común en la zona ver adelantamientos indebidos y a gran velocidad generados por los irresponsables trabajadores del volante, según relatan los vecinos.
SIN ARREGLOS. El camino asfaltado que conduce de Luque hasta Ypacaraí, atravesando por Areguá en un tramo de 35 kilómetros, está a cargo del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC).
Las reparaciones de las banquinas se realizan en situaciones extremas. Luego de las últimas lluvias, ambos lados de las aceras quedaron destrozados dejando prácticamente sin chances a los automovilistas en situaciones de inminente peligro.
En la zona del barrio Ycuá Duré, Luque, existe una curva, en donde las aceras desaparecieron por el efecto del fuerte raudal generado durante las lluvias pasadas.
Los automovilistas solicitan a las autoridades del MOPC el inmediato arreglo de las calzadas para evitar más accidentes, pues el peligro siempre está al acecho.