Lo que hizo estallar el enojo de Ramón Díaz fue la falta de actitud del plantel para revertir el resultado cuando era posible, por eso el técnico sacará del equipo al paraguayo Aureliano Torres y al uruguayo Sebastián Balsas.
Por otra parte, lo de Diego Rivero, otro jugador azulgrana, es el caso más grave para el entrenador. Díaz cree que es un líder negativo y ya no lo quiere cerca.
Ya nada es lo mismo en San Lorenzo después de la derrota, el tema es que la tensión no se percibe sólo en el vestuario del cuerpo técnico. En el de los jugadores también hay una perspectiva diferente respecto de la que los futbolistas tenían hace semanas.