13 jun. 2025

Auntoque

SIN ÉXITO. Esta vez a Alicio Solalinde no le resultó la cábala. El sábado en el clásico vistió camisa blanca, jeans celeste, cinto y zapatos negros, así como en los tres partidos anteriores en los que Olimpia cantó victoria. Cerro cortó la racha exitosa de “Sola” y dejó relegado al Decano a posiciones inferiores en la tabla, ya que de la tercera posición fue desplazado al quinto lugar.

EXCELENTE. Las hinchadas de Olimpia y Cerro dieron un gran espectáculo en la calurosa tarde del sábado. Escasos lugares quedaron sin ser ocupados y la recaudación (G. 651.530.000) fue la mayor registrada en la historia de los clásicos. Los franjeados llevaron miles de globos y la recepción fue excelente a ambos equipos.
Lo único recriminable fue la actitud de la hinchada de Cerro, que primero quemó una bandera de Olimpia en plena gradería norte y luego hostigó a “Mao” Molina en los córners, arrojándole numerosos objetos; la reacción de la hinchada de Olimpia no tardó y respondió con lo mismo. Por suerte, no pasó a mayores.

AMARILLA. Un aspecto muy cuestionado en el Apertura venía siendo la actuación de los árbitros; sin embargo, en el clásico Carlos Amarilla manejó bien el partido y su trabajo no fue cuestionado por ninguno de los dos bandos. Llamó la atención la nueva postura de la dirigencia decana que apoyó su designación cuando antes pidió su desprogramación.

CASO ANGELITO. Resultó muy rara la salida de la cancha de Ángel Ortiz. Se sintió mal de repente en pleno juego cuando apenas eran 35 minutos. Esta no es la primera vez que un jugador de Olimpia sufre problemas en la cancha. Contra Tacuary, en la octava fecha, Henry Lapczyk fue cambiado en el entretiempo a causa de fiebre y mareos.

MOTIVADOS. Es inmejorable el ambiente que rodea a Cerro Porteño de cara al partido de mañana ante Gremio, en que buscará su clasificación a los octavos de final de la Libertadores. Ganó al tradicional rival con un equipo paralelo; hizo descansar a los coperos y le da una promoción bárbara a varios jóvenes que son promesas del club.
Sin dudas, el Ciclón trabaja bien con sus chicos, algo que no se nota en la vereda de enfrente.