“Un 25% de incremento puede parecer importante, pero tampoco se puede presentar como un gran logro, sobre todo si se ponen las cifras en contexto. Si promediamos el aumento del 25%, serían unos 40 mil guaraníes extra, la asignación subiría a 163 mil guaraníes mensuales en promedio. Valor que ni siquiera alcanza umbral para superar la pobreza (estimada en 316 mil guaraníes para las zonas rurales y 346 mil guaraníes para las zonas urbanas)”, cuestionó el legislador.
Dijo que en el caso de que se quiera argumentar que el programa es un complemento y no un sustitutivo del ingreso laboral, “en ese caso al mirar brecha de pobreza (es decir, la diferencia que le falta a una persona pobre para alcanzar la línea de pobreza), vemos que ni siquiera cubre la brecha, que es 206 mil guaraníes”.
Recordó que las transferencias directas (como Programa de Adultos Mayores y Tekoporã) son las intervenciones fiscales que más inciden la reducción de la pobreza, por lo que considera que el monto de las asignaciones del programa no solo deben incrementarse, sino también expandirse en el número de familias.
Intereses. “No puede ser que estemos pagando 500 millones de dólares solo en intereses de la deuda y a este programa le destinemos apenas poco más de 60 millones de dólares. Por eso es que este anuncio de aumento no es más que cortina de humo para generar un impacto político, sin incidencia real. Mientras se sigan gastando millones de dólares para sostener la clientela política, es difícil creer que existe un compromiso con los compatriotas que más necesitan”, criticó.
Desde su creación, en el 2003 hasta la actualidad, el programa tiene 183.000 beneficiarios, que son familias con cuatro hijos.