Desde el lado de la demanda, uno de los indicadores de mayor relevancia pasa a ser la expansión del consumo. Según el informe de política monetaria de diciembre de 2020, el consumo total crecería a una tasa de 4,7% en 2021, luego de una caída de 3,5% el año pasado.
En este segmento, el de mayor protagonismo será el consumo privado, que pasará a un 5% en 2021 luego de la caída de 5,1% en 2020; mientras que el consumo público pasará de un aumento de 4,8% a variación positiva menor, de 3,5%, en el mismo lapso.
En estos cálculos, los datos del informe de política monetaria coinciden con los del reporte de perspectivas 2021, que también muestra un importante repunte proyectado en cuanto a las inversiones, desde el indicador de formación bruta de capital fijo.
La inversión, sostenida por el mayor gasto del sector público, creció 4,1% en 2020. Para el 2021, con un mayor aporte del sector privado, se espera un incremento de 6,9%, es decir, casi tres puntos porcentuales más en un año.
El mayor consumo, a su vez, traerá emparejado un fuerte repunte de las importaciones, que crecerán este año en torno al 15%, luego de la caída de poco más de 14% con la que se estima cerró el año pasado, conforme a las cifras dadas a conocer por la banca matriz.
Análisis. Carlos Fernández Valdovinos, ex presidente del BCP, explicó que para este año efectivamente se espera que el consumo y la demanda sean los que lleven adelante al PIB. Sin embargo, aseguró que se debe ser cauto en cuanto a la lectura de los indicadores debido a que el principal componente que lleva a los números positivos es el denominado efecto rebote.
Con respecto al incremento del consumo local y de las importaciones, indicó que uno de los aspectos que se deben tener en cuenta es el cambiario, ya que el guaraní tuvo una menor depreciación con respecto al dólar de Estados Unidos en los últimos meses, sobre todo en comparación con Argentina. De esta manera, explicó que se debe cuidar que los productos extranjeros ingresados de manera ilegal no absorban la mayor demanda en detrimento de la producción nacional.
Asimismo, indicó que para 2021 uno de los sectores que podrían impulsar la inversión privada es el agrícola, considerando que si bien se prevé una menor producción que en 2020, los precios internacionales están al alza y las recientes lluvias llevan a vaticinar un buen año agrícola.
Por su parte, Carlos Carvallo Spalding, ex miembro del Directorio del Banco Central, precisó que el escenario para este año está sujeto todavía a una alta incertidumbre, pero que la expectativa es que el consumo interno se recupere en la medida en que se despejen las dudas sobre el tema sanitario, que las personas hayan perdido el miedo y, sobre todo, que la vacuna contra el Covid-19 llegue y sea efectiva. De lo contrario, los números podrían ser mucho más moderados, indicó.
Sobre la expansión proyectada para la inversión, refirió que uno de los elementos claves es que el país fue uno de los que salieron mejor parados de la crisis que generó el nuevo coronavirus. Si esta arista se explota adecuadamente, puede operar como un dinamizador de las inversiones privadas, refirió. Por el lado del consumo público, aclaró que lo saludable es no esperar un mayor gasto y apuntar a recuperar el equilibrio fiscal.
Dinamismo se elevaría desde el segundo trimestre
Amílcar Ferreira, analista económico, señaló que la recuperación del consumo local y el aumento de la inversión que se prevé para 2021 guardan estrecha relación con la cuestión sanitaria, apuntando a que el acceso a la vacuna por parte de la ciudadanía conllevará a un cambio en las expectativas por parte de los agentes. Así, estimó que habrá una mayor dinámica en cuanto a estos indicadores a partir del segundo trimestre.
El informe de perspectivas del BCP sostiene que la actividad continuará avanzando a una gradual senda de recuperación en el 2021, proyectándose un crecimiento en torno al 4% del PIB, donde se estima retornar a los niveles de prepandemia hacia mediados del año.