14 may. 2025

Aumentar control y sanciones para evitar accidentes de tránsito

Los accidentes de tránsito son una epidemia de la cual nos ocupamos cíclicamente, pero cuyas dimensiones no dejan de aumentar. Las cifras que preocupan nos llegan desde el Hospital del Trauma pero, estas alertas de colapso del sistema público tampoco logran detener la ola de accidentes. Necesitamos un esfuerzo coordinado entre todas la instituciones, sanitarias, policía nacional, la patrulla caminera y las municipales para intentar revertir las cifras. Hace falta mejorar la calidad de los controles y aumentar las sanciones a los infractores.

Una vez más se ha lanzado el Plan Operativo Verano con el mismo desafío de cada año que busca reducir trágicas cifras de accidentes. Las expectativas de las autoridades son elevadas, pero es evidente que falta algo más para evitar que la epidemia de accidentes continúe creciendo...

La Agencia Nacional de Tránsito y Seguridad Vial (Antsv) dio a conocer unos datos actualizados que son realmente preocupantes: se registra un promedio de 1.300 fallecimientos a causa de accidentes en el país en los últimos años, de los cuales el 72% corresponde a motociclistas.

Basados en datos estadísticos se considera que los factores predominantes, por los cuales aumentan los siniestros viales son la falta de control en las calles, ausencia de sanciones severas, y también la precaria infraestructura vial.

Por tanto, resulta evidente que estos son los aspectos principales que deberían ser considerados como principales puntos de enfoque para las estrategias que las autoridades deben considerar.

Ya no queda tiempo que perder. Recordemos que el año 2021 cerró con un total de 269 fallecidos por siniestros viales de los cuales 155 eran motociclistas. En el año 2019 se registraron 15.372 accidentes de tránsito en todo el país, al año siguiente las cifras muestran una ligera mejoría, pero es resultado de la crisis del Covid-19, aunque igualmente significativas: 13.195 casos registrados.

En todas las estadísticas, lamentablemente los motociclistas son los principales protagonistas. De los 15.372 accidentes del 2019, antes de la pandemia, 11.231 iban en moto, mientras que en el 2020, ya en plena pandemia y con las limitaciones del confinamiento, de los 13.195 accidentes relevados, 9.944 fueron también en moto.

Estas cifras son alarmantes sin duda, pero los datos que aportaba recientemente el Hospital del Trauma son igual de inquietantes. En la última semana de setiembre se atendió a 1.873 pacientes, de los cuales 216 fueron accidentes viales y de todos ellos, 158 motociclistas.

El director del Trauma, Agustín Saldívar explico que del 100% de los pacientes que sufren siniestros viales, el 72% son motociclistas. Agregó un dato aterrador, que a dicho hospital llegó incluso un bebé de 10 meses, con traumatismo de cráneo a causa de viajar en motocicleta con sus padres.

Para enfrentar esta realidad, de inconsciencia e irresponsabilidad, las autoridades nacionales y municipales deben coordinar sus esfuerzos. El país cuenta con toda la normativa necesaria referente al tema tránsito, sin embargo, es necesario aumentar y sobre todo mejorar la calidad de controles en las calles y en las rutas. Si todavía hay motociclistas circulando por las calles sin utilizar casco es por la impunidad que también ha sido abonada por las mismas autoridades. Lo mismo se puede decir que si todavía hay conductores borrachos causando graves accidentes en las rutas es porque el sistema lo permite, y se trata al final de la misma impunidad.

Mucho se adjudica como causa de los accidentes a las condiciones viales y al estado de las calles, pero difícilmente pueda esa ser la causa principal. En este aspecto, pesa más la ausencia absoluta de inversión por parte del gobierno central y de los gobiernos municipales en campañas de educación y concienciación vial. Y una especial mención merece el sistema de expedición del registro de conducir, al cual todavía le falta mucho para ser verdaderamente riguroso.

Faltan mejores controles y también elevar sanciones para evitar que la epidemia siga creciendo. No se puede seguir evitando realizar las campañas de concientización y educación lo mismo que se debe terminar la impunidad a quienes incumplen las normas de tránsito.