18 dic. 2025

Auditoría de la CGR nunca llegó a la Fiscalía, afirman

Crítico.   Ríos Tonina remitió ayer datos de CGR a  la Senac.

Crítico. Ríos Tonina remitió ayer datos de CGR a la Senac.

En el mes octubre del año 2016 la Contraloría General de la República (CGR) había presentado al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) los resultados de una auditoría en la que se detectaron una serie de irregularidades por parte de la empresa Mota Engil, adjudicada para emprender la obra del construcción del troncal del sistema metrobús.

El Ing. Augusto Ríos Tonina dijo ayer a Última Hora que los resultados de aquel estudio que remitió el anterior contralor general, Roy Rodger Canás, al entonces ministro de Obras, Ramón Jiménez Gaona, nunca llegó a conocimiento del Ministerio Público.

Pese a que en aquella auditoría se detectó que proveído la copia del contrato entre Mota Engil y la firma Ocho A, subcontratista desginada, tampoco esa información se pudo verificar en el portal de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas.

En el documento presentado ya se recomendaba además formalizar los acuerdos con los municipios de Asunción, Fernando de la Mora y San Lorenzo, que permita la participación en el diseño, implementación y acompañamiento.

Ayer, el citado profesional presentó los resultados de esta auditoría ante la Secretaría Nacional Anticorrupción (Senac) remarcando que las irregularidades detectadas por la CGR no fueron remitidas a la Fiscalía General.

Ante la consulta de cuál es el futuro para la obra, Ríos Tonina recordó que ninguna de las dos partes harán una demanda, sino podrían ir a un arbitraje.

“El 23 de diciembre termina el contrato y se para la obra, porque lo que rige es la ley del préstamo que ya venció. No se ejecutó y si queres hacer algo tenes que comenzar de cero, salvo que ejecuten con bonos del Tesoro, como de hecho lo han venido haciendo en gran parte, pero con los fondos del Banco Interamericano de Desarrollo ya será imposible”, remarcó.

En su opinión, el ex ministro Jiménez Gaona fue un “kamikaze” que actuó de forma impune porque sabe el poder económico familiar.