19 abr. 2024

Arzobispo insta a recuperar el valor y la riqueza de la convivencia familiar

Monseñor Edmundo Valenzuela, arzobispo metropolitano, da tips para vivir esta atípica Semana Santa en aislamiento. Será clave –dice– para fortalecer la familia y descubrir el misterio de la fe.

La feligresía católica, así como la población en general, vive una Semana Santa sin precedentes, forzada por el distanciamiento social que obliga el nuevo coronavirus.

La Arquidiócesis de la Santísima Asunción puso a disposición un “subsidio familiar” para que la gente pueda celebrar en el hogar los pasajes y rituales propios de esta semana pascual. Ese documento, Celebraciones en el Hogar en tiempo de Covid-19, se puede descargar en esta página web: arzobispado.org.py.

El arzobispo Edmundo Valenzuela entiende que este aislamiento social, que supone que todos permanezcan en sus casas, “es un regalo de Dios” y lo ve como una “oportunidad para vivir en familia, recuperar el valor y la riqueza de la convivencia familiar”.

“Que los hijos recuperen el ver cómo los padres hablan, conversan; que los padres vean cómo los hijos crecieron y si ya son adolescentes, tienen sus propios pensamientos y libertad. Esa comunicación entre los padres es una oportunidad magnífica”, observa.

Sugiere que en los días santos la consigna sea “no dejar de dialogar, de escucharse, de mirarse ni de abrazarse, siempre que estén sanos”.

Cuando se encuentra la riqueza de la convivencia familiar –dice– el hogar “se convierte en espacio de educación, salud, limpieza, trabajo, de tiempo libre, de diversión, de cantar, reír y de rezar”.

Valenzuela señala que una segunda oportunidad que permite esta cuarentena es repensar el trajín que se venía teniendo: “Un trajín loco, sin sentido, donde el estrés está a flor de piel cada día, preocupados y nerviosos por llegar a tiempo”, describe y ensaya: “Este es el momento de repensar que la vida es más que el trabajo; que la vida humana tiene un valor más superior al dinero, al tiempo libre, a las fiestas, a las amistades de afuera”, sustenta.

TRIDUO. Propone seguir las transmisiones de las misas por televisión o por Facebook, a la vez que aconseja estar atentos, en casa, a los rituales del triduo pascual: el jueves, viernes y el sábado, víspera del Domingo de Resurrección.

“Ahora es oportunidad de descubrir la belleza de lo que es el misterio de Cristo; de descubrir lo que significa ser amado por Dios”, dice sobre la Pasión y Muerte de Jesús por la salvación de las almas.

Al adentrarse en estos pasajes bíblicos, instruye, se puede tomar nota de que “no son tan importantes nuestros pecados, sino el amor misericordioso de Dios”, postula.

El camino de la cruz permite “descubrir que la Muerte y Resurrección de Jesucristo es la fuente de las vidas”, concluye.

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