19 abr. 2024

Arzobispo acusa a ONU, OEA y UE de intentar reducir la población

CUESTIONAMIENTO. Afirmó que las organizaciones influencian en los programas de los ministerios. CAMBIOS. Instó a políticos y gobernantes a generar un consenso social para combatir la pobreza.

Al vacío. En la inmensa desolación de la explanada de la Basílica, dos feligreses elevan sus oraciones.

Al vacío. En la inmensa desolación de la explanada de la Basílica, dos feligreses elevan sus oraciones.

Agenda. En el último día del novenario de Caacupé, el arzobispo Edmundo Valenzuela habló de que desde el exterior existe la intención de reducir y controlar a la población mundial con programas impuestos a los ministerios. “Es impresionante el tsunami que se le avecina a nuestro país, proveniente de las Naciones Unidas, de la Unión Europea y de la Organización de los Estados Americanos, en el interés de reducir y controlar a la población mundial”, afirmó Valenzuela en una parte de su homilía.

Mencionó que dicha intención se da a través de los programas de los diversos ministerios del Gobierno, acompañados de lo que denominó “conceptos ambiguos”, como enfoque de género y de educación sexual integral con mirada genitalista, hedonista en la búsqueda del placer egoísta, frustrante y sesgada de la sexualidad.

Implícitamente hacía alusión al Plan de la Niñez y la Adolescencia que viene siendo cuestionado por el cartismo desde sus medios y representantes, además de sectores autodenominados provida.

Mencionó que están analizando y objetando los planes de varios ministerios, enfatizó en el plan del Minna. Mencionó que dicho plan, que ya empezó a ejecutarse desde el 2019 e irá hasta el 2024, no condicen con la dignidad y la cultura nacional. “Muy distinto es el planteamiento de estos padres y educadores en materia de educación sexual, basada esta en las ciencias humanas y en la biología, proponiendo estrategias pedagógicas que consideren todas las dimensiones de la persona, protegiendo la salud y el desarrollo armónico con perspectiva de familia, ciencia y de razonabilidad. Este debe ser el espíritu y el contenido de un plan educativo para niños y adolescentes”, sentenció.

En la conferencia de prensa, posterior a la homilía, Valenzuela sugirió que debe haber una reestructuración del Ministerio de la Niñez y la Adolescencia, sin especificar nada más.

Reiteró la acusación hacia los organismos internacionales como lo hizo desde el púlpito. “Ese ministerio necesita realmente una reestructuración, que no parta de las ideologías que provienen de las Naciones Unidas, o de Europa, y siempre traen esos regalitos de miles de millones de dólares que en el fondo es una presión, para poder aceptar lo que no es razonable”, mencionó.

SUGERENCIAS

Valenzuela también dejó algunas propuestas para las autoridades. Instó al Parlamento a buscar solución a los verdaderos problemas sociales de larga data, como la tenencia legítima de la tierra, la inclusión de los campesinos e indígenas en programas de desarrollo integral y sustentable. También pidió a los gobernantes y los políticos con “cargos públicos que se dediquen, mediante el diálogo y el consenso social, a estructurar el andamiaje del estado de derecho en el combate decisivo a la pobreza extrema y la marginación social”.

Hay interés de reducir y controlar la población mundial a través de programas de diversos ministerios con conceptos ambiguos. Edmundo Valenzuela, arzobispo.

Progres “quieren someter a la población”
Valenzuela tildó de amenaza lo que catalogó como obsesión mediática y política de los progresistas que tratan de instalar a través del lenguaje manipulado y el “pensamiento único”, una mirada errónea, reductiva y desnaturalizada de los derechos humanos, basados en nuevos parámetros. “Estos progres intentan implementar esquemas “de lo políticamente correcto” para someter a la población a una dictadura de relativismo moral y una colonización ideológica sometida a la dictadura incluso, si les fuera posible, en complicidad con los mismos gobernantes”, expresó.
Señaló que los gobernantes tienen la obligación moral con los ciudadanos de defenderlos de lo que considera un ataque ideológico.
“Cumpliendo el rol subsidiario del Estado en la protección de la vida humana desde la concepción y de la familia como institución básica de la sociedad”.