@Lic.marisolramirez
El proyecto Arpa de papel nació “por necesidad”, recordó a ÚH, Ever Zaracho, arpista, docente, arreglador y compositor, además el creador y desarrollador del método Arpa de papel.
Desde que inició su carrera docente le tocó enseñar a niños pequeños, “tuve la fortuna que los padres llevaban a sus hijos desde temprana edad a la escuela de arpa”.
Eso le resultaba desafiante, pues no había método para niños muy chicos, tampoco instrumento adaptado a su estatura, lo que hacía casi imposible desarrollar una clase completa, también por el peso del instrumento normal. De frente a esas dificultades, investigó y pensó en alternativas para superar esas limitaciones.
Fue así, como ideó construir un arpa de pequeñas dimensiones, utilizando una caja de cartón (base) y, para las cuerdas, una plantilla de madera que permite la tensión y afinación del preinstrumento.
“Para la construcción de la caja de cartón recibo el apoyo de una industria que se interesó en el proyecto y elabora el troquelado para lograr una presentación, atractiva para los educandos”, explicó.
Ya con la caja, un lutier se encarga de la elaboración de la plantilla de madera con las cuerdas, “al tener ambas piezas, se presentan al alumno para proceder al armado, decorado y personalizado del instrumento.
Objetivo. Este invento persigue un mensaje artístico, educativo y ambiental, “es artístico, porque utiliza el estudio de la música, una de las ramas más difundidas y consumidas en el ámbito cultural,” dice Zaracho.
“Esta expresión del arte es interpretada por niños desde los tres años, con todo lo que implica: Dedicación, empeño, trabajo en equipo y ‘mucho amor’”, recalca el maestro.
La idea es lograr sensibilizar a través de la música. “Aclaro siempre que la música y el arte, en este caso, se utilizan como un medio para un fin, generar ciudadanos sensibles, con experiencias positivas que fortalezcan los lazos familiares”, menciona.
En el aspecto educativo, emplea instrumentos didácticos, pedagógicos y lúdicos para enlazar los estudios y repertorios del arpa paraguaya con el mundo de los niños, desglosando cada necesidad técnica, de digitación, pulsación y de efecto, estructurando el conocimiento con un ropaje dinámico y atractivo.
También, cuida el ambiente porque utiliza elementos 100% reciclables, como cartones degradables, y permite que alumnos, docentes y tutores participen en el proceso de construcción del material
Reacción de alumnos. Para usar el arpa de cartón que lleva el nombre de “arpa de papel” se utiliza el recurso del método Suzuki, denominación para los preinstrumentos.
“La recepción de los alumnos es muy positiva, sobre todo entre los que participan del proceso de construcción, pintura y decorado del instrumento. Esto les genera fuerte sentido de pertenencia y funciona como factor motivador clave en el ámbito educativo para alcanzar los objetivos propuestos,” destacó Ever Zaracho.
En cuanto a los desafíos para su creación, recordó que fueron varios, “más allá de que parezca frágil –teniendo en cuenta que todos los instrumentos musicales lo son–, el desafío vino por otro lado”.
Los materiales del preinstrumento deben cumplir tres condiciones, ser económico, de peso y tamaño adecuados a la altura de los niños y resultar interactivo.
“No existía absolutamente nada diseñado para los infantes. Llevé la idea a varios lutieres de arpa, pero no les llamaba la atención fabricar algo que desconocían y, además, tan económico”, dijo.
Así pues, presentó el diseño de la caja de cartón a las industrias para ver viabilidad de fabricación y le llevó un año conseguir que una de ellas aceptara realizar el proyecto de las cajas y hasta hoy apoyan la iniciativa.
Además, otro desafío fue encontrar el material correcto que soportara la tensión de las cuerdas, fuera liviano y no demasiado costoso.
Finalmente, después de mucho buscar y trabajar con las personas adecuadas, el proyecto se concretó tras aproximadamente cuatro años de investigación y desarrollo.
Herramienta educativa. Según Ever Zaracho, este programa podría ser un elemento valioso en la educación formal, “recordemos que hoy día se sigue utilizando la flauta dulce en las escuelas, un instrumento que básicamente a nadie le genera entusiasmo en la educación musical”.
El músico opina que si se pudiera conectar la educación formal con la realidad cultural del país, “con lo que se consume a nivel nacional, y además utilizar el instrumento símbolo que fue declarado patrimonio nacional, la educación en las aulas podría transformarse”.
Proyección. Para Zaracho, todavía hay mucho por hacer, “Paraguay, con este proyecto, es el primer país del mundo en contar con un método para arpa que abarca la educación del instrumento desde los tres años, con un soporte teórico, científico y metodológico, y que además aporta una nueva arpa al país”.
El que sea algo completamente nuevo deja mucho camino por recorrer, “aún se pueden adaptar más tamaños de arpa de papel, considerando que también varios jóvenes –aunque no estaba orientado inicialmente a ellos ni a adultos– prefieren optar por este instrumento debido a su bajo costo”, consideró.
Así, el arpa de papel se convierte en una solución accesible frente al costo del arpa tradicional. De esta forma, el arpa de papel resulta relevante para el ámbito académico-musical, pues ofrece una respuesta concreta y transversal a necesidades que nunca habían sido foco de interés en el estudio del arpa paraguaya.