El presidente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), Pedro Galli, reconoció que en las estancias ganaderas hay trabajadores informales “como en todos los rubros del país”, pero duda de que el nivel sea tan alto. Sin embargo, el gremio no maneja la cantidad de peones que trabajan en los establecimientos y mucho menos sus condiciones laborales.
De acuerdo al dirigente de los productores de animales con calidad de exportación, los trabajadores del campo perciben aproximadamente G. 1.500.000, por encima de lo que establece el propio Ministerio del Trabajo. En ese sentido indicó que hay excepciones como el caso del peón que no obtuvo permiso para asistir a su hijo enfermo que finalmente falleció.
“Es verdad, existe informalidad como existe informalidad en todos los rubros acá en el Paraguay. Eso es un problema que adolece nuestra economía, en todos los sectores hay una gran informalidad y hay sectores que son casi completamente informales”, expresó ayer en la 1080 Monumental AM.
Sobre la inscripción de los trabajadores en el Instituto de Previsión Social, indicó que el gremio no maneja estos datos, ya que se enfoca en los productores, animales y establecimientos.
Asimismo detalló que el sector cumple al pagar a contratistas para determinados trabajos y afirmó que estos son responsables de las personas a quienes emplea. Sin embargo, el director regional por Boquerón y Alto Paraguay del Ministerio del Trabajo, Aníbal Ruiz, fue contundente al culpar también a los ganaderos de la lamentable condición laboral a la que son sometidos pobladores del Chaco, en su mayoría indígenas. Señaló que los productores en realidad son responsables de todas las personas que trabajan en su propiedad.