La institución fundada el 3 de mayo por el arquitecto José Luis Ardissone para la difusión teatral fue cuna para grandes figuras del teatro paraguayo. Este año cumple 35 de años de vida, símbolo de madurez. ¿Cómo lo lograron manteniendo una línea en la representación y clasificación de obras?
Ardissone relató a un equipo de ULTIMAHORA.COM cómo consiguió, con ayuda de su esposa y sus cinco hijos, que el Arlequín perdure en el tiempo, pese a la “modernización” y al auge de obras y estilos teatrales que fueron ganando más público, en algunos casos, que aquellas representaciones del teatro tradicional o clásico, como las obras de revista, por ejemplo.
“El Arlequín nació con el deseo de tener una sala donde presentar obras todo el año. A partir de 1970, cuando formaba parte de un grupo de actores, se me ocurrió la idea. La única oportunidad que todos teníamos para presentar alguna obra era en la sala del Centro Cultural Paraguayo Americano, y trabajábamos mucho para presentarnos máximo seis semanas”, comentó.
Luego de muchos preámbulos, de idas y vueltas y de varios obstáculos, Arlequín fue una realidad en un predio ubicado en Villa Morra, el 3 de mayo del año 1982. Ahí estuvieron varios años, pero luego los dueños finalizaron el contrato porque querían construir lo que hoy es el Shopping Villamorra. Tras ello fueron al local de la Fundación La Piedad, donde estuvieron un año, hasta que les apareció un ángel en el camino.
El predio donde hoy se ubica el teatro era un depósito de bebidas alcohólicas, pero gracias a la ayuda de un ingeniero pudieron instalarse e inaugurarlo el 13 de agosto de 1992.
“Cinco años después, el dueño (el ingeniero que financió la construcción) nos dijo que nos iba a transferir la propiedad, pero él tuvo problemas económicos y había sido que hipotecó el local, el cual pasó a ser de un banco. Ahí iniciamos pagando alquiler, después de un tiempo se fundió el banco y la propiedad pasó a la sindicatura de quiebras. En ese momento nos dijeron que teníamos que salir de acá”, contó Ardissone.
Pero la historia no termina ahí. Apareció otro ángel de la guarda, el hermano de José Luis, y pudieron comprar el teatro completo. Esto ocurrió entre el 2002 y el 2003; desde ese tiempo son dueños y señores del lugar, donde sigue vivo el teatro.
“Todos mis hijos pasaron por el escenario. Alejandra y Pablo siguen trabajando a mi lado. Seguimos y eso se debe al rigor y al trabajo, a la selección de obras, las que presentamos no queremos que sean solo un espectáculo para divertir”, detalló.
“El rigor en la selección de las obras permitió que lleguemos a donde estamos hoy, a lo que la gente lo llama un teatro serio... Serio por el rigor en el trabajo y de todo el elenco”, rescató.
En los primeros años, el Arlequín apostó por obras clásicas, antiguas o contemporáneas; sin embargo, hoy se encuentran experimentando en el teatro “más contemporáneo” e incluso, por medio se nuevas formas de hacer teatro, lograron conquistar un público juvenil, mediante el programa “Estudiantes al teatro”.
“El teatro es una herramienta más eficaz para la formación de un país, como dice García Lorca”, recordó Ardissone, al mencionar el esfuerzo que realiza por tratar de introducir el arte en la vida de los estudiantes de escuelas y colegios.
Además se presentaron en el lugar actores extranjeros de talla: Alfredo Alcón, Eloísa Cañizares, Nidia Telles, Adriana Aizemberg, Edda Díaz, Dadh Sfeir, Teresa Selma, Omar Varela, Maite Almazor, Adrian Di Estefano, Beatriz Massons, Rubén Yanez, entre otros, según recordó su fundador.
