Arévalo está en el ojo de la tormenta, debido a que está siendo investigado sobre el origen de su riqueza, que tuvo un ascenso exponencial en solo seis años, además de haber consignado que gana al mes G. 75 millones como docente universitario y G. 100 millones en una granja donde solo tiene diez gallinas, y por las que invirtió solamente G. 250.000.
El legislador asumió el cargo justo después de la renuncia de Hernán Rivas, también cartista, presionado por tener altas deudas, embargo de su salario, inexperiencia en el Derecho y otras acusaciones de corrupción como la dudosa obtención de su título de abogado.
El cartismo no logró desactivar la crisis con la salida de Rivas y ahora Arévalo está a un paso de una investigación de la Fiscalía.
No obstante, negó todas las acusaciones.
“Al ser electo como diputado, presenté mi declaración jurada sin ocultar absolutamente nada”, expuso.
Para el diputado de Fuerza Republicana Alejandro Aguilera, quien es también miembro del JEM, la situación es complicada y esperan el informe de la Contraloría, que les permita tomar una decisión como institución.
“No quiero hacer futurología. No es lo más cómodo, es una realidad, con Rivas sucedió y ahora vuelve a suceder. Es complicado, no hay por qué ocultarlo”, manifestó.
Otra crisis en el inicio de este gobierno se atraviesa en el Consejo de la Magistratura. El representante del Poder Ejecutivo, Enrique Kronawetter, sostiene que su gestión termina recién en 2026, mientras que el cartismo, encabezado por el presidente electo, Santiago Peña, busca que se retire desde hoy para que sea nombrada una persona de su confianza. Se mencionó el nombre de Alicia Pucheta.
El presidente saliente Mario Abdo Benítez también defendió la continuidad de Kronawetter, como varios referentes de oposición que afirman que al asumir, tiene tres años de mandato y debe respetarse.