Esta situación “incrementa el número de analfabetos cuando son mayores”, asegura en una conversación con Efe con motivo de su intervención en la inauguración del XIII Congreso Internacional Gallego-Portugués de Psicopedagogía, celebrado esta semana en A Coruña, con la conferencia titulada “Calidad y equidad en la educación iberoamericana”.
El desarrollo económico y la mayor estabilidad democrática en la zona, con una oferta en auge de centros educativos, forman parte de los progresos de la sociedad iberoamericana que “de alguna manera garantizan la educación básica prácticamente a todos los alumnos”, explica el profesor.
Destaca entre los países más avanzados a México, Costa Rica, Argentina, Chile y Uruguay, y entre los menos a los centroamericanos excepto Costa Rica.
La inversión media en educación en Iberoamérica se sitúa, según sus datos, en el 5,2 por ciento del PIB, un porcentaje “bastante superior” al español, con un punto menos, y al que registraba la zona hace doce años, con un 3,9 por ciento.
No obstante, la región en conjunto tiene por delante “retos aún sin resolver” como “las profundas desigualdades sociales, las grandes diferencias educativas y la insuficiente calidad de la enseñanza”, dijo.
“La desigualdad social es constante en todos los países y se transmite a la educación”, enfatiza.
Para Marchesi, catedrático de Psicología Evolutiva y de la Educación en la Universidad Complutense de Madrid, la infancia es una garantía de futuro que asegura las posibilidades de aprendizaje posteriores y por ello, además de más inversión en escuelas y profesorado, aboga también por erradicar la “violencia estructural y en el entorno” escolar en algunos de estos países.
Entre los objetivos o “pistas de futuro” cita la “apuesta de país a medio y largo plazo”, como avanzar hacia el cambio social con políticas que eleven el nivel sociocultural de las familias porque ello redundará en la educación.
Plantea además mantener o ampliar la inversión en educación para garantizar las condiciones que eleven el nivel de las escuelas, con la “prioridad máxima” de “asegurar que todos niños en los primeros seis años tengan alimentación, salud y experiencias educativas"; que cada escuela tenga un solo grupo de alumnos, mejores condiciones para el profesorado y actividades extraescolares por la tarde.
Exsecretario de Estado de Educación, Marchesi indica que la formación de los maestros en los países mejor desarrollados de Iberoamérica es parecida a la de los españoles, no así la de los “no universitarios que no han resuelto los retos pendientes”, como los centroamericanos a excepción de Costa Rica, abunda.
Esta comparativa con respecto a los alumnos iberoamericanos establece que tienen resultados y competencias menos elevadas que los españoles según el informe PISA, una situación que, en opinión el profesor, “se debe a las desigualdades y al nivel cultural y social, a la falta de calidad de enseñanza pública y a la falta de horas y de preparación de los maestros”.
Por Elizabeth López