08 dic. 2024

Alias Máquina, detenido en operativo Ápate, había participado en sonado crimen de un cura

Silvio Salvador Riveros, alias Máquina, el preso sãmbuku de la Penitenciaría Regional de San Pedro, capturado en el operativo Ápate, que desbarató una banda de extorsionadores, había sido condenado a 25 años de cárcel por un sonado crimen a un cura.

Crimen de cura en Villarrica.jpg

El crimen de monseñor Julio César Álvarez ocurrió dentro de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Villarrica.

Foto: Archivo ÚH

En el año 2011 ya había saltado en las crónicas rojas de los diarios el nombre de Silvio Salvador Riveros, ahora conocido con el alias Máquina. En ese año fue detenido por el crimen de monseñor Julio César Álvarez Bastos, que fue asesinado en el interior de la casa parroquial de la Iglesia Sagrado Corazón de Jesús de la ciudad de Villarrica, del Departamento de Guairá.

12 años después de ese hecho, su figura reapareció en los medios al ser capturado en medio del operativo Ápate, que desbarató una banda dedicada a la extorsión que operaba desde la cárcel de San Pedro, lugar donde se encontraba recluido el hombre con medidas ambulatorias, que le permitía salir los viernes y volver los domingos.

Nota relacionada: Operativo Ápate: ¿Cómo funcionaba esquema de extorsión y secuestro liderado por preso sãmbuku?

Esta modalidad se conoce popularmente como preso sãmbuku.

Alias Máquina ya era un conocido delincuente décadas atrás realizando asaltos y robos en distintas partes del país.

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La Policía realiza el procedimiento en el interior de la casa parroquial, donde ocurrió el asesinato.

Foto: Archivo ÚH.

La Justicia determinó que él planeó el asalto y posterior asesinato del cura Julio César Álvarez.

El hecho se ideó frente a una despensa conocida como Pinqui, en donde los tres involucrados compraron vino en cartón para beber y hacerse de coraje, ya que contaban con la información que en alguna parte de la habitación el pa’i tenía dinero guardado.

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Cerca de las 22:00 de la noche del 14 de abril de 2011 llevaron adelante lo planeado y se metieron por el portón principal a la casa parroquial, donde tras forzar una de las puertas, llegaron hasta la habitación del religioso y procedieron a inmovilizarle, luego de reducirle.

Conforme a la investigación, una vez que ingresaron a la habitación golpearon al cura porque se negaba a contar el lugar donde estaba el dinero que los asaltantes buscaban. Finalmente, los autores del asalto nunca encontraron el dinero pero decidieron acabar con la vida del sacerdote, quien murió por asfixia.

Descubiertos por huellas de zapatos

El asesinato de monseñor Julio César Álvarez conmocionó en su momento a la sociedad, debido a que su nombre en esa época era manejado para ser obispo de San Lorenzo. Se confirmó que retiró una suma de dinero en su momento y que enseguida depositó a una entidad bancaria, dato que desconocían sus homicidas.

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Luego de un trabajo de investigación liderado por el comisario César Silguero, que en ese momento estaba el frente de la división de Homicidios de la Policía y por el fiscal Carlos Alvarenga, se detuvo a Silvio Salvador Riveros, Nelson Darío Villalba y a Antonio Delfín López Varela, principales sospechosos del caso.

A través de trabajos realizados con el laboratorio móvil en la escena del crimen junto a otras diligencias como cruce de llamadas y el cotejo de las huellas dactilares, palmares y de calzados hallados en la escena, se dio con los sospechosos que luego fueron condenados a 25 años de prisión por este hecho.

Durante la investigación se incautaron los calzados de dos detenidos: Nelson Darío Villalba y Silvio Salvador Riveros, capturado hoy en el operativo Ápate.

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