Florian Breider, jefe del Departamento de Investigación del Laboratorio Medioambiental de EPFL, lideró este estudio encargado por la Oficina de Seguridad Alimentaria y Veterinaria de Suiza a raíz de que estos aditivos se detectaran en similares análisis en Austria.
Para el estudio se analizaron en el laboratorio un centenar de las frutas y hortalizas más comunes en los supermercados, mercados y tiendas de Suiza, y se halló en casi un tercio de ellas trazas de once químicos tales como el 6PPD y el 6PPD-quinona, utilizados como antioxidantes o para mejorar la fuerza y elasticidad de las ruedas.
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Estudios anteriores en roedores mostraron que estos químicos pueden contribuir a una menor fertilidad o tener efectos neurotóxicos o neuroinflamarorios, aunque todavía no se conoce del todo la consecuencia que puede tener en el organismo humano su ingesta.
“No sabemos cómo las personas lo metabolizan, pero debemos explorarlo porque estamos todos expuestos a estos compuestos”, subrayó Breider, quien agregó que es muy probable que los consumidores de otros países cercanos a Suiza y Austria también corran riesgo de ingerir estos químicos al consumir alimentos.
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El desgaste de los neumáticos en las carreteras libera en la atmósfera y más tarde también a ríos, lagos y otros cuerpos acuáticos este tipo de sustancias, que llegan también a los animales por inhalación o consumo de agua.
Estudios publicados en 2017 señalaban que hasta seis millones de toneladas de estos aditivos podrían estar liberándose en el medio ambiente cada año, y otras investigaciones afirman que la conducción agresiva a la hora de frenar y acelerar aumenta la liberación de estos químicos en el aire, el suelo y el agua.
Fuente: EFE.