15 may. 2025

Alejandra Alonso, la joya de la bahía

Por Amílcar Noguera

Sus dominios.   Alejandra Alonso, todos los días, haga frío o calor, repasa en su bote la bahía. En ella construye sus logros.

Sus dominios. Alejandra Alonso, todos los días, haga frío o calor, repasa en su bote la bahía. En ella construye sus logros.

amnoguera@uhora.com.py

Un sol quemante en las espaldas, las manos ampolladas, nada la detiene. Explora una y otra vez la había de Asunción. Ella es Alejandra Alonso, la misma que a fines de agosto fue sexta en la final de los Juegos Olímpicos de la Juventud (JOJ).

Al pasar por la Avenida Costanera se divisa cómo cortan la bahía los remeros y Alejandra, una rubia esbelta de 18 años, montada en su bote, contrae el abdomen y empuja con los brazos y piernas a ritmo desenfrenado. Pese a su juventud, llevó en lo más alto el nombre del deporte nacional en los JOJ disputados en Nanjing, en agosto pasado.

El remo es un deporte de mucha exigencia física, mental y de recursos. En el país, es una de las disciplinas menos practicadas. “Son contados con los dedos los atletas que pueden considerarse de élite”, según destaca el entrenador de Alejandra, el uruguayo Rubén Pesce.

Con su timidez al hablar, pero con una fortaleza en sus decisiones, Alejandra repasa con ÚH un año que le dejó grandes emociones.

–¿Cómo podés resumir lo que te deja el 2014?

–Fue un gran año y un excelente cierre al proceso que vengo llevando a cabo desde el año pasado con el profe (Rubén Pesce). Lo marcaría como una base para lo que se avecina (Panamericano y JJOO), ya que este año estuvo cargado de muchas emociones.

–Competiste mucho y lo coronaste de la mejor manera. ¿Podés describir?

–Mi 2014 comenzó competitivamente en los Juegos Odesur de Santiago de Chile, donde participaba como senior peso completo y obtuve el 5º puesto entre 6 participantes, igualmente no me desanimé ni nada, luego se presentó el Preolímpico y el Sudamericano Juvenil, y Sudamericano Sub 23, esa competencia estuvo dificilísima, porque el Preolímpico y el Sudamericano en nuestra categoría eran por regatas separadas. Inicié con el Preolímpico donde conseguí la 2ª plaza para los JOJ y así adjudicarme la medalla de plata del Panamericano juvenil, luego de eso participé del Sudamericano Júnior y Sub 23, en ambas regatas conseguí las preseas de plata. La última, la Sub 23, quedé a 4 milésimas de la de oro, esas 4 milésimas me dolieron, esa noche lloré de rabia, quería la de oro.

–¿Cómo fueron las giras antes de los JJOO?

–En México pude conseguir la 7ª plaza que se otorgaba para los Juegos Panamericanos Toronto 2015. En Italia hice mi estreno mundial, así por decir, en el Mundial Senior Sub 23, quedando en el puesto 19 entre 21 competidoras

En Alemania participé en el Mundial Júnior, donde quedé en el puesto 21 entre 35 competidoras. A la semana de este compromiso yo competía en China en los JOJ, donde quedé 6ª entre 24 competidoras.

–Los JOJ fueron uno de los hitos más importantes del deporte. ¿Esa experiencia nunca la ovidarás?

–La verdad que sentía que no confiaban en mí. Decían que se veía difícil, pero para mí no era imposible. Porque me propuse llegar a la final y medallar. Lo último no se dio, pero creo que el querer es poder. Cuando vi mi serie de eliminatoria dije ‘tengo que entrar primera, o si no, chau final’. Encima yo entraba en acción justo el día después de la inauguración, yo no fui porque quería estar al 100% para el día siguiente, porque soy enferma con el tema del descanso, al cruzar la línea de meta, era pasar a semifinal A/B, ya había hecho mucho al quedar entre las 12 primeras en unos Juegos Olímpicos, pero yo quería más.

El día de la semifinal, el profe me dijo que como júnior ya había hecho mucho, pero que podía hacer algo más interesante, al igual que la frase de un compañero: “mañana podés ser leyenda”, porque entrar entre las tres primeras en esa semifinal era pasar a final A, y se dio. El día de la final las demás fueron mejores que yo, y bueno, fue el resultado que se dio, pero igual es cuestión de dar vuelta la página y comenzar otro capítulo de esta historia, porque hay mucho que dar aún.

–¿Te ves en los Juegos Olímpicos de mayores?

–Los JOJ me dejaron la sensación de que más adelante puedo llegar a algo en unos Juegos de mayores, entrenando arduamente, porque tampoco es pretender llegar a la regata con todo tu historial de competencias y que te den la medalla, eso no, porque en la línea de salida empieza de cero, no importa nada, no hay respeto hacia el bote que está al lado, o pisás fuerte o dejás que te pisen.

–Estás terminando el colegio, ¿tenés planes de ir a la universidad?

–Sí, ya terminé. De hecho puedo decir que el colegio fue una gran competencia también. Estoy en el Dante Alighieri sede Asunción, y puedo decir que realmente se portaron conmigo y con mi deporte. En el estudio puedo considerarme una alumna regular, no soy de aplazarme, nunca fui a febrero (risas).

Los primeros meses de colegio estuve ausente por el tema de preparación y, luego de un viaje de casi dos meses, volví en setiembre, donde tuve que rendir el primer semestre que me ausenté, luego tuve una semana de descanso e iniciaba las pruebas finales, las cuales aprobé de igual manera y puedo decir felizmente soy exa y terminé el colegio contra viento y marea. Todo esto no iba a ser posible sin el apoyo incondicional de la evaluadora, la Sra. Nélida Salinas de Pistilli a la cabeza, y todas las profesoras y profesores que estuvieron predispuestos en todo momento a ayudarme, puedo decir que son los mejores en todos los sentidos, y una compañera que no puedo dejar de nombrar, María Camila Martínez, ella es una de las mejores alumnas de la promoción, la que siempre me prestaba las cosas para estudiar; sin todo ese apoyo culminar este año lectivo me iba a ser imposible.

–¿La familia, tu día a día, cómo transcurre?

–En casa somos cinco en total; papá (John) y mamá (Myrta), quienes siempre están ahí en las buenas y en las malas, y tengo dos hermanos (Mauricio, de 15, y Juan Sebastián, 13 años), que están empezando a remar en el Sajonia.

Mi segunda casa sería la de mis abuelos maternos (Arnulfo y Niní) y mi madrina (tía Ñeca), que me apoyan siempre. Tengo una gran familia. En las competencias y evaluaciones nacionales, por más que no puedan ir a verme, siempre los siento presentes.

Alejandra pertenece a ese pequeño grupo de atletas nacionales que siempre dan la cara por el país en las competencias internacionales. En 2015, los Juegos Panamericanos de Toronto no serán la excepción.

La gran prueba será el Preolímpico, que se hará en noviembre de 2015 en Santiago de Chile, un evento que le importa muchísimo, ya que implica clasificar a los Juegos de Río 2016, el máximo sueño de momento de esta atleta.