“Cuando los militares vuelven a las calles y hacen política significa que la democracia está retrocediendo. Eso era normal en la década de los sesenta y setenta, pero no en estos tiempos. En Bolivia esa era la época de las dictaduras militares de René Barrientos o Hugo Banzer. En tiempos democráticos no deberían tener cabida los militares en procesos políticos”, señaló Alegre en su cuenta de Facebook.
Relató que si bien la crisis democrática boliviana se consolidó en las últimas semanas “tiene sus raíces en 2016”. “Evo Morales no acató los resultados del referéndum vinculante del 21F de 2016 y forzó al Tribunal Constitucional a que habilite la reelección indefinida, algo prohibido por su Constitución”, refirió.
Agregó que aunque el pueblo boliviano finalmente iba a decidir en las urnas la eventual reelección de Morales este año, “esa ruptura de las reglas de juego activó y organizó a la oposición”. “Hubo problemas en los resultados de las presidenciales de octubre de 2019. El TREP no pareció fidedigno y dejó dudas. El informe de la OEA concluyó que hubo ciertas irregularidades en el recuento de votos y Evo Morales anunció nuevas elecciones y destitución de todo el Tribunal Supremo Electoral. Eso activó el operativo militar y policial en busca de la salida de Evo. Los militares sugieren a Evo que renuncie. “¿Es democrático que los militares sugieran sobre política nacional?”, se preguntó el titular del PLRA.
Paraguay. Efraín Alegre también recordó que en las elecciones presidenciales de Paraguay de 2018 la OEA, “a pesar de las actas fraudulentas detectadas y denunciadas, actuó de forma diferente”. “Lo que vino después en Bolivia es un retroceso ilegítimo y un abierto quiebre institucional”, cuestionó Alegre.
El Gobierno de Mario Abdo Benítez aún no reconoció a la autoproclamada mandataria Jeanine Áñez pero el Ministerio de Relaciones Exteriores ya saludó a la nueva canciller boliviana Karen Longaric y anunció que mañana saludará a la nueva presidenta.